NaruSasu - Toda Una Vida, Alma Gemela

Capítulo 37 "A los 22 años..." Parte 14 Sasuke

—¡Joder! —. Dejo escapar, sin poder evitarlo, por el dolor en el trasero al sentarme. —No habrá amor para ti por un tiempo, Naruto —. Le digo, con una mueca de dolor.

Naruto se ríe, sus ojos brillan y se ve más feliz que nunca. Lo que podría ser un eco de lo que siento yo mismo en este momento.

Luego de limpiar mi cuerpo, Naruto sale de la habitación una vez más, y yo estoy tan cansado y adolorido, que el sueño me llama.

Naruto entra a la cama una vez más, y se acomoda contra mi cuerpo. Me siento completo y en paz, y con el contacto de su piel contra la mía, olvido todo sobre el dolor, y me dejo llevar en sus brazos a un sueño profundo.

*•.~.•*

Un sonido proveniente de la cocina me hace abrir los ojos, y siento mi cuerpo pesado. Cada una de mis articulaciones se queja por el movimiento cuando intento levantarme.

—¡Joder! —Me quejo silenciosamente, cuando al fin logro sentarme al borde de la cama.

Mis piernas parecen no poder sostener el peso de mi cuerpo. Y tengo que ir a trabajar en unas horas.

—Estoy tentado a llamar a tu trabajo y decirle a tu jefe que estás enfermo —. La voz de Naruto desde la puerta hace que alce mi mirada tan rápido que me mareo.

Hago una mueca, pero siento como toda mi sangre se dirige a mi rostro. Naruto se acerca a mi, y me ayuda a poner mi peso sobre mis pies una vez más.

—Gracias —. Le digo, cuando siento que puedo volver a caminar una vez más, y él suelta mis manos, para sostenerme por las caderas.

—¿Debería ayudarte a llegar a la ducha? —. Hay un tono de diversión en su voz, lo que hace que se profundice mi rubor.

—Así estoy bien —. Le respondo refunfuñando. Naruto se ríe quedamente, y yo sonrío avergonzado por su diversión.

—Estoy preparando el desayuno —. Dice, saliendo de la habitación.

Asiento con la cabeza y me meto en el baño para tomar una ducha.

Cada centímetro de mi cuerpo está gritando de dolor, y cada centímetro de piel está cubierta por una marca de beso o un mordisco.

—Hablando de hombres posesivos —. Digo cuando estoy bajo el chorro de agua.

Intento relajar mi cuerpo mientras el agua caliente lava los restos de lubricante y semen que Naruto olvidó limpiar. Pero aunque el agua se lleve esa evidencia de nuestra pasión, lo que he vivido con Naruto la noche anterior, nunca será borrado de mi mente ni de mi corazón. Fue lo más maravilloso y excitante que he vivido en mi vida. Y pensar que todas mis experiencias cercanas a la excitación han sido con él.

Dejo escapar un suspiro cuando puedo moverme con normalidad otra vez, y cierro el paso del agua. Salgo de la ducha, me seco y me preparo para ir a trabajar.

Naruto ha preparado un desayuno nutritivo y energético, y tiene una sonrisa de diversión en su cara. Comprendo el motivo, pero no hago comentarios al respecto. Y comemos en un relativo silencio, aunque no pasa más de dos segundos sin tocarme.

Cuando llega el momento de salir, le entrego una copia de la llave de mi apartamento.

—Ten cuidado —. Me dice, mientras besa mis labios en la entrada.

—Ya me voy —. Le respondo, y antes de perder los nervios, dejo escapar la frase que ha estado dando vueltas en mi cabeza desde que desperté esta mañana: —¿Qué opinas de venirte a vivir conmigo ahora que ya saliste de la academia?

Y sin esperar una respuesta, salgo corriendo del apartamento, pero escucho su respuesta en el piso inferior.

—¡¡Definitivamente lo haré!!

Y por primera vez en mi vida, me voy al cuartel con una sonrisa en el rostro, lo que espanta a mis compañeros de trabajo, pero ellos no tienen idea de lo que he vivido hasta ahora. Y no saben que viviré el resto de mi vida con mi alma gemela.