NaruSasu - Toda Una Vida, Alma Gemela

Capítulo 21 "A los 19 años... " Parte 8 Sasuke

Naruto mira a nuestro alrededor, y me mira. Siento ese cosquilleo en la piel, que es seguido por un sonrojo, pero antes de que el sonrojo llegue a mis mejillas, me concentro en mi comida, evitando su mirada.

Rápidamente termino de comer, y me levanto con mi plato. Lo dejo con los otros platos vacíos, y me voy, sintiendo en todo momento la mirada de Naruto en mi espalda.

Me alejo del comedor hacia mi primera clase, con Naruto corriendo para alcanzarme. ¿Qué tan inocente soy, que me sonrojo con sólo sentir su mirada en mi? Pensaba que eso se detendría una vez que llegásemos al momento en que su cuerpo y el mío se acercaran lo suficiente, pero creo que no ha sido suficiente para evitar los sonrojos.

~*«•»*~

Las clases pasan volando, con Naruto tocándome en cada oportunidad que tuvo. Y mi sangre, traidora, hirviendo como fuego en mis venas, calentando mi cuerpo y haciendo que sudara y me excitara en los momentos más inoportunos.

Entro en la habitación, y la caja de condones parece darme un guiño desde el cajón de mi mesita de noche, donde los dejé esta mañana.

Fantaseo pensando en lo que sucederá esta noche, mientras se abre la puerta, y entra Gaara.

Mi buen humor sale volando por la ventana en el segundo en que lo veo.

La sangre se me congela en las venas, y mi corazón deja de latir, antes de reanudar su curso a toda velocidad.

Me acerco a Gaara, y sin pensarlo dos veces, golpeo su mejilla con mi puño. Sin tiempo para reaccionar, cae sentado en su trasero.

—Creí haberte dicho claramente que Naruto es mío. —Le digo. —No intentes seducirlo. Ni siquiera pienses en él.

Poco a poco voy alzando la voz, sin llegar a gritar realmente. Gaara se queda sentado en el piso mientras me mira con los ojos bien abiertos, y con su mano agarrando su mejilla, que se comienza a inflamar.

—Había entendido tu mensaje ayer. No intento nada con él. Hoy ni siquiera le hablé. —Dice, poniéndose de pie suavemente, como esperando un segundo golpe.

—¿Entonces, qué haces aquí? —Le digo, frustrado y enojado. Y celoso. Gaara, de alguna manera, es parecido a Naruto, y eso me inquieta. Puede atraerlo de alguna manera en que yo no puedo.

—Venía a visitar a un amigo, pero creo que me quedó claro que no tengo permitido hablar con él.

Gaara sale de la habitación, y yo me quedo mudo. Hice que Naruto perdiera a un amigo por mis celos irracionales.