Capítulo 47 "A los 65 años..." Parte 2 Sasuke

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Jubilación. La peor palabra que se ha inventado.

¿Qué hacer con mi vida después de una larga carrera en el trabajo que amo?
Me convertí en detective, y con los años y la experiencia, me volví el capitán de la policía en la aldea. Cumplí todos mis sueños. Sin embargo, el momento de la jubilación llegó.

Pero ¿qué haré con el tiempo? Ya no tengo niños en casa y mi esposo trabaja a tiempo completo para ser un buen líder en la aldea que lo vio crecer. Mi casa es un hogar, y realmente no necesita reparaciones ni una remodelación. Y no tengo ningún pasatiempo.

Si tuviera que decir algo que quiero hacer, sería viajar por el mundo, pero no lo haría en solitario, y ¿cómo mi esposo podría tener un poco de tiempo libre para acompañarme cuando se acaba de convertir en el nuevo líder del lugar? Tampoco podría irme y dejarlo atrás. Hace mucho tiempo lo hice, más de una vez, pero ahora que conozco el calor de su cuerpo al dormir como una segunda naturaleza, la forma de sus brazos en torno a mi cuando las cosas salen muy bien, o salen muy mal, y el tacto de su piel contra la mía como si fuese una parte de mí mismo, no podría volver a dejarlo atrás.

Y mi hijo, que tiene la misma afición que yo de salir a recorrer nuevas tierras, no podría obligarlo a volver para estar con sus padres.

Suspiro pesadamente, releyendo la carta escrita a puño y letra del hombre que amo que dice que tengo que dejar el cargo para darle el paso a un hombre más joven al finalizar esta semana. Y la semana está llegando a su fin.

Hablar con Naruto sobre los planes que tiene Menma de venir a cenar esta noche, me sube un poco el ánimo, y escuchar a mi hijo después de dos semanas, hace que mi corazón cante en mi pecho. Pero a pesar de sentirme tan amado por mi pequeña familia, hay una parte de mi que está muriendo al pensar en tener que dejar toda mi carrera y la trayectoria que he forjado atrás.

Suspiro una vez más, mirando, sin ver, la carta que me abre un hueco en el pecho. Sabía que el momento se acercaba. Ya no soy un jovencito que puede ir corriendo tras los criminales, ni tampoco puedo seguir las pistas como antes. Y en algunas ocasiones, apenas termino de leer los informes de los hombres y mujeres que trabajan en este lugar sin caer dormido o quedar ciego.

¿Qué haré desde ahora en adelante? ¿Qué más me queda por hacer?

No me considero un viejo, pero no tengo realmente nada más que quiera hacer. Solo pasar más y más tiempo con Naruto, y eso parece imposible desde que pasa tanto tiempo ocupado en su nuevo cargo.

Me levanto de mi silla lentamente, y poco a poco voy guardando en una caja de madera los objetos personales que he ido trayendo con los años a esta pequeña oficina que se ha convertido en mi segundo hogar.

Las lágrimas llenan mis ojos mientras pienso en todos los casos que he resuelto, en todas las aventuras que he vivido en este lugar. Las visitas calientes de Naruto cuando nadie estaba mirando. El sexo caliente que tuvimos vestidos en el uniforme de policía, o completamente desnudos. Sobre el escritorio, rodando por la alfombra, pegado a la pared con Naruto empujando su cuerpo contra mi espalda, o con mi espalda en la pared y él frente a mi.

Tantos recuerdos llenan mi mente, que ni siquiera soy consiente de que las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Paso mis dedos por los surcos de lágrimas que quedan grabados, y me limpio el rostro terminando de guardar lo último que queda de mi en este lugar.

Llegó la hora de comenzar una nueva aventura, y esta noche en nuestra cena familiar, hablaré con mi familia sobre esta nueva condición en la que estoy entrando. La condición de hombre jubilado.

NaruSasu - Toda Una Vida, Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora