NaruSasu - Toda Una Vida, Alma Gemela

Capítulo 44 "A los 32 años..." Parte 6 Sasuke

La mano de Naruto en la mía me tranquiliza, y el tono de su voz hace que me sienta seguro.

Cuando el pequeño se pone a sollozar en los brazos de la mujer, mis ojos se abren como platos de la sorpresa. Sus ojos azules y su rostro con marcas de nacimiento, hacen que voltee mi mirada del pequeño a Naruto una y otra vez, viendo el parecido entre ellos.

Mi corazón late rápido en mi pecho, y el aliento me sale en un pequeño jadeo.

La mano de Naruto tiembla en la mía, y veo su mirada fija en la del niño.

El pequeño mira a Naruto por unos momentos, en los cuales sus sollozos y lágrimas se detienen, antes de estirar los brazos a él. Naruto está totalmente paralizado, y su mano está fría en la mía.

Suelto su mano antes de estirar los brazos al niño, que se lanza a mis brazos en cuanto mi mano está lo suficientemente cerca de él. Pero la mujer no lo deja ir, y el niño se revuelve entre sus brazos, intentando llegar más cerca de mi. Cuando su pequeño pie golpea su barbilla, ella lo suelta, sorprendida.

El niño se acurruca contra mi cuello, y su cabello negro hace cosquillas a la parte baja de mi barbilla. El olor a bebé llena mis pulmones, y lo aprieto contra mi pecho antes de sentir el brazo de Naruto contra mis hombros. Me volteo a mirarlo, y veo que él mira con sorpresa al niño en mis brazos.

El pequeño se aleja de mi cuello, y mira a Naruto un segundo antes de lucir una sonrisa en sus pequeños labios.

Naruto toma aliento sonoramente, y le sonríe de vuelta mientras acaricia mi espalda con su mano. El niño estira sus pequeños brazos a Naruto, y él lo toma en sus brazos mientras la mujer los mira aún más sorprendida, al parecer notando por primera vez el parecido entre ambos.

–¿Es... Es usted... el padre de Menma? –. Dice ella, como si no pudiera creer que el niño tuviese padre.

–No –. Dice Naruto, pero nunca dejando de mirar mis ojos, dejando claro desde ya, que no existe esa posibilidad.

Asiento con mi cabeza, entendiendo sus palabras implícitas. Pero incluso sin que hubiese salido el tema, no hubiese creído eso posible. Naruto me ama demasiado como para siquiera mirar a alguien más de forma sexual. He aprendido mi lección.

–Menma ni siquiera se acerca a las asistentes. Nunca había visto que dejara que alguien lo tomara sin hacer un berrinche.

La mujer mueve sus manos nerviosamente mientras mira entre Naruto y el niño. Se da media vuelta, y nos hace una seña con su mano.

–Si me siguen por aquí, por favor, caballeros –. Dice, volviendo a ser la mujer amable que nos abrió la puerta en primer lugar.

Naruto lleva al niño apoyado en su pecho con una de sus manos, y con la otra toma la mía mientras nos adentramos en el edificio del orfanato. Cierro la puerta tras de mi, y seguimos a la mujer por el pasillo hasta una pequeña oficina.

Otra mujer está sentada tras un escritorio, y levanta sus ojos de unos papeles en cuanto entramos. Sus ojos posan en el pequeño apoyado en el pecho de Naruto antes de mirar la cara de sorpresa de la mujer que nos llevó desde la puerta a esta pequeña oficina. Luego mueve sus ojos entre mi cara y mi mano unida a la de Naruto, y una pequeña arruga se forma entre sus cejas por un momento tan breve antes de ocultarlo, que no estoy seguro de que siquiera sucedió. Sus ojos terminan por posarse sobre la cara de Naruto. Sus ojos se abren cómicamente cuando mira entre Naruto y el pequeño adormecido en su pecho, notando el parecido entre ellos. Ella abre la boca y toma aliento.

–No, no soy el padre –. Dice Naruto incluso antes de que la mujer diga lo que está en su mente.

–Pero, ¿quiere adoptarlo? –. Dice ella, con una pequeña sonrisa en sus labios, y aunque parecía una mujer muy fría, su sonrisa es honesta.

–Esa es la idea –. Dice Naruto, dándole un pequeño apretón a mi mano. Un apretón lleno de esperanza y nerviosismo.

Y siento como la esperanza me llena, mientras la mujer busca entre sus papeles por los formularios de adopción.