NaruSasu - Toda Una Vida, Alma Gemela

Capítulo 5 "A los 15 años..." Parte 2 Sasuke

"¿Por qué ahora? ¿por qué aquí? Maldición".

Lo veo. Él no me ve aún, está lo suficientemente lejos como para poder esconderme tras el pilar y que no me encuentre, pero no estoy dispuesto a hacer algo tan infantil como esconderme de él. Está a unos doscientos metros, así que es imposible que me vea, solo tengo que dar un paso a la izquierda y quedaré oculto a su vista.

Me cambié de escuela cuando Naruto se enteró de mi pasado. No quería que la gente sintiera lástima por lo que había pasado, eso solo me había hecho más fuerte y resistente. Cambiarme de escuela a un lugar más lejano pareció ser una mala idea al comienzo, pero luego de que no le hablara a nadie más que a los maestros, y solo cuando me hacían una pregunta directa, por los primeros dos meses, nadie volvió a intentar hablar conmigo, y pude centrarme nuevamente en mi meta y en mí mismo. Al fin pude encontrar un poco de paz.

Se está acercando, tengo que girar ahora o será capaz de verme, pero ¿podría reconocerme? He crecido, y mi cuerpo se ha tonificado bastante desde que empecé a ir al gimnasio a hacer pesas y correr en la cinta. Tal vez no se de cuenta que soy yo.

Aparto la mirada rápidamente cuando veo que su cabeza se gira hacia mi dirección. Tal vez no sepa que soy yo. Naruto no ha cambiado nada. Su cabello lo hace destacar, sería imposible que no lo reconociera en una multitud. Siempre tan llamativo, pero su cara se ha suavizado, y tiene menos marcas de preocupación, aunque ahora tiene marcas de risa en sus ojos. Parece feliz.

Por algún motivo, esos pensamientos hace que mi posición relajada se vea forzada y tensa. Siento mis hombros más tensos que antes, y se que se está acercando a mi. Es como si pudiera sentirlo en el aire, como si una fuerza, parecida a la gravedad, tirara de mi hacia él. O tal vez, esa misma fuerza lo atraiga hacia mi.

Se está acercando, poco a poco, y su mirada está fija en mi, como si esperara que desapareciera en el aire. Y yo también lo espero. Espero el momento en el que mi cuerpo pueda moverse una vez más, en una dirección opuesta a la suya, para poder alejarme.

Una chica se acerca a mi, y me distrae de lo que Naruto está haciendo, lo que me irrita. La miro con odio, y ella da media vuelta y se aleja de mi. Pareciera que lo único que ha mejorado en mi, a parte de mi fuerza física, son mis miradas de odio. Un sonrisa quiere salir de mis labios, y los muerdo hacia adentro. Tal vez me estoy suavizando también. Ese es un efecto que Naruto tiene sobre mi. El efecto de provocarme cosas que nadie más puede.

Miro alrededor, evitando mirar en su dirección, eso probablemente pueda advertirle que se que se acerca, y hacer que se aleje. O tal vez quiero que se acerque a mi, que sepa que estoy esperando que llegue junto a mi.

Estaba esperando a uno de los agentes que conocí cuando detuve a un traficante de drogas cerca de la secundaria a la que asistí los últimos años, con el cual empecé a pasar tiempo. Con quien iba al gimnasio, Orochimaru. Pero ahora, Naruto está aquí, e inconscientemente lo espero a él.

Bajo mi pie, y acomodo mi posición cuando siento a Naruto lo suficientemente cerca. Estoy nervioso, y que él esté tan cerca de mi solo logra que me ponga aún más tenso.

Mi pecho duele, como si un puño apretara mi corazón mientras sus pasos lo llevan justo a mi lado. El tenerlo tan cerca hace que mi piel se ponga de piel de gallina, y mis rodillas se sienten débiles.

Aunque Naruto y yo tuvimos comienzos parecidos en la vida, no eran tan iguales, y no quiero que él se meta bajo mi piel, o ahonde en lo que oculto dentro de mi.

Se que si giro la cabeza, estará justo frente a mi. Eso es lo que iba a hacer, cuando una voz hace que me vuelva en la dirección opuesta.