Aprendiendo un poco de Anatomía

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Camila bostezó mientras se sacaba el uniforme y comenzaba a colocarse la pijama. Sin quererlo se había quedado dormida sin haberse cambiado. Había decidido desde la tarde que aquella noche dejaría plantada a Malfoy, dándole una cucharada de su propia medicina. Se sintió un poco mal por William, pues era él el que tenía que tragarse los problemas que tenían ellas dos, sin embargo no cedería esta vez. Además, estaba muy cansada. Tenía derecho a un poco de descanso no?

Se colocó encima un sueter enorme blanco que había pertenecido antes a una tía obesa que vivía en australia y que en una de sus visitas lo había olvidado en su casa. El abrigo era tan grande, que le llegaba casi a las rodillas y dejaba sus hombros completamente al descubierto. Era su pijama favorita y la más cómoda para dormir.

Apagó las luces y caminó hacia la ventana. Un frío viento entraba por ésta. La cerró antes de que terminara congelándose y se aseguró que no se volvieran a abrir durante la noche. Pudo ver las luces apagadas en la cabaña de Hagrid y los campos de Hogwarts brillando bajo la luz plateada de la luna. Hubiera permanecido más tiempo observando el paisaje de no ser que la puerta de su habitación se abrió y cerró de repente, dejando entrar a alguien en donde no debía.

El corazón de Camila se heló, todo el cuarto estaba oscuro y no podía ver más que la sombra de alguien parado a unos metros de ella. Pensó rápidamente y recordó que su varita yacía sobre su velador.

- Quién es?- dijo para poder despistar un poco la atención del intruso.

No hubo respuesta.

La castaña se movió velozmente hacia el velador, pero antes de llegar unas manos la agarraron por la cintura y la atrajeron hacia un cuerpo caliente. Camila gritó mientras golpeaba al intruso sin poder reconocer quién era. No podía soltarse, solo sabía que era presa del pánico total. El desconocido pareció soltarla de repente y ella corrió hacia el interruptor para acabar con la agonía de no saber de quién se trataba. La luz ilimunó el lugar haciendo brillar la figura de una chica alta, castaña y ojos grises.

- ¿Malfoy?

____ desvió su mirada del rostro confundido de la chica hacia sus piernas descubiertas, para luego pasar a deleitarse ante sus hombros totalmente descubiertos mostrando esas pecas que en aquellos momento eran capaz de hacerle perder el control.

Pero no, aún no. Primero iba a jugar un poco.

- ¿Cómo lograste entrar?

- Yo tengo mis métodos, Cabello, y ya deberías saber que sé cómo ingresar a tu sala común.- dijo hechándole una mirada a la habitación. - Cómo crees que logré traerte sana y salva aquí después del exhausto encuentro que tuvimos?

Camila sintió su corazón latir más rápido y la sangre subir a sus mejillas ante las palabras de la oji-gris ¿Por qué  lo decía con tanta tranquilidad y normalidad cuando ella de solo pensarlo sentía que el mundo se le venía encima?

- Vete de aquí quieres.-dijo la castaña con tono severo.

- No, no quiero.- dijo la oji-gris sonriendo mientras jugaba con la paciencia de la chica. Sabía que la estaba incomodándo, pero aún quedaba mucho por hacer...y cosas mucho más incómodas.

- Por qué me haces esto eh?- dijo Camila en tono algo suplicante. Parecía estar a punto se llorar. - Qué no te basta con todas las humillaciones que me haces diariamente? No puedo siquiera deshacerme de ti unas pocas horas del día!

_____ dejó de examinar el lugar y fijó sus ojos en los marrones de la chica. Emanaban un brillo especial aquella noche, y sus labios, estaban rojos. Sonrió un poco nuevamente mientras se sacaba la túnica y la dejaba sobre una silla.

Our Past. (Camila Cabello y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora