Terminó de empacar todas sus cosas, tomó su teléfono y llamó a su mejor amiga, la cuál pasó a buscarla y juntas fueron al aeropuerto.
-Vancouver...- Susurró Cece nada más bajar del avión. Las dos amigas estaban mudándose a aquel bello lugar donde habían decidido vivir, lejos de todo el dolor que quedaban atrás.
-¡Cassie!- Gritó la pelirroja.
-Ya voy Cece, sólo miraba.- Rodó los ojos.
Cece era una pelirroja de ojos verdes atrevida y vivaz, sin miedo a la aventura mientras que Cassie era una rubia ceniza, como ella misma solía decir con ojos castaños, encantadora y caprichosa.
-Bienvenidas a Canadá señoritas...- Indagó el guía.
-Callahan, Cece y Evans, Cassie.- Habló la ojiverde.
Las chicas habían comprado un par de preciosas casas la una junta a la otra en una bonita e inmensa calle.
-Vamos a Starbucks.- La rubia tiró de su amiga, arrastrándola hasta el lugar.
-Evans...¿Crees que estaremos bien?- Dió un sorbo a su café.
-Claro que lo haremos ¡Estamos juntas!- Sonrió, llena de energía.
Las chicas estuvieron durante horas hablando, comiendo y bebiendo hasta que decidieron volver a sus casas.
-Cece te digo que no es por aquí.- Repitió la rubia.
-Claro que si, Cassie cierra el pico y dejame concentrarme.- Y continuó caminando en la misma dirección.
-Mira allí hay unas chicas, vamos a preguntarles mejor.- Señalo hacia un par de chicas que estaban en la cera de enfrente.
-Oh dios mio.- La ojiverde agarró fuertemente el brazo de su amiga. -Oh dios mio.- Repitió.
-¿Qué pasa? Me haces daño.- Trató de zafarse de su agarre. -Callahan maldita sea me haces da...- Pero fue interrumpida.
Su amiga gritó en su oído y siguió en ello durante unos segundos.
-¡Es Grant Gustin! ¡Por dios, Cassie!- Y aquí pareció una absoluta fangirl.
La chica de ojos marrones se soltó por fin y caminó decidida hacia el chico alto, el cuál acababa de tomarse una foto con la última fan.
-Perdona...- Comenzó.
-Si claro, puedes hacerte una foto conmigo.- El chico se giró mostrando una gran sonrisa.
-¿Qué? No, no. Mi amiga y yo somos nuevas y nos hemos perdido ¿Podrias ayudarnos?- Preguntó, tímida.
-Siempre es un placer ayudar a una dama en apuros.- Sonrió.
-¿Disculpa? No soy una "dama en apuros".- Puso sus manos sobre su cintura, ofendida.
-Pero...me estas pidiendo ayuda.-Levantó una ceja.
Cassie se veia completamente molesta, no soportaba que los hombres se creyeran superiores.
-A ver escuchame gigantito, soy una mujer y por lo tanto no necesito a ningún estúpido hombre ¿Me oyes? Yo no soy una dama en apuros.- Sentenció la muchacha.
-Las mujeres y sus berrinches ¿Tu novio no te respondió la llamada esta noche?- El chico comenzó a reír. -Yo te las respondería todas.- Guiñó un ojo.
-Se acabó. Me largo de aquí.- La chica se dispuso a marcharse pero la irritante voz de ese chico la detuvo.
-Hey nena, vas a necesitarme para volver a casa.
-Ya lo creo que no.- Vociferó ella y comenzó a caminar en dirección opuesta a él.
Cece caminaba a su lado, completamente callada y cabizbaja. No era buena señal.
Tras caminar durante horas las chicas decidieron pedir ayuda a una anciana que les indicó el camino.
-Maldita sea Cassie ¿¡Cómo has podido hablarle así a Grant Gustin!? ¡Estas loca!- Los gritos incesantes destrozaban sus oídos.
-No es nadie para mi...- Fue interrumpida.
-¡Pero si para mi!- La ojiverde se sentó en el suelo, sosteniendo su cabeza, desesperada.
-Nunca hablaste de él... ¿Te gusta?- Interrogó
-Es importante para mi, si...Le quiero pero no de esa manera, es algo así como...- Buscaba las palabras adecuadas.
-Ídolo, es la palabra correcta.- Terminó su frase.
-Exacto.-Finalizó.
Las chicas decidieron dormir juntas esa noche, ambas agotadas cayeron en un profundo sueño.
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Don't Let Me Go.- Grant Gustin
Fanfiction"A veces tomas un camino opuesto. A veces tratas de alejarte de lugares, personas o recuerdos que aún duelen. Pero nunca imaginas encontrar algo más, algo que vuelva a alterar tu vida, que la cambie de nuevo. Nunca sabes lo que el destino tiene pr...