Capítulo 31

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[ESPECIAL] Narra Cece
Kyle tiraba de mi hacía un lado y luego hacía otro. Este hombre acabaría con mi maravillosa paciencia.

- que somos jóvenes preciosa pero no quiero que te me escapes. Tal vez en unos años te lo pida de una mejor forma pero por ahora esto me vale. ¿Quieres casarte conmigo, nena?- De su espalda sacó un pequeño anillo plateado y lo puso en mi dedo, él sabía que había aceptado su proposición a largo plazo incluso cuando no había dicho ni una sola palabra.
Sonreí. El chico que estaba sosteniendo mi mano me había pedido matrimonio, no exactamente así pero sus palabras lo habían dejado claro: Quería pasar el resto de su vida conmigo.
Malia y Josh reían y reían mientras la gente observaba al chico con algo de rareza. Un traje con un gorrito, tan típico de él. Sin embargo la chica le sonreía a cada persona, mostrando lo orgullosa que estaba de su pequeño raro "tesoro".
Eran preciosos. Mi rubia y mi ídolo se daban miradas sinceras, no estaban hablando pero sus ojos hablaban por si solos. Me hacían recordar todas las tonterías que había hecho por mi novio alguno años atrás.

La ropa me dificultaba la misión pero todo fuera por mi playboy. Continúe escalando hasta entrar por su ventana. Un pequeño moreno de ojos azules dormitaba en su cama. Me adentré entre las sábanas y sin querer acabé dormida.
-¿Cece?- Una despeinada Cassie llamó mi atención cuando el sol comenzaba a hacer acto de presencia. Era por la mañana y como un ninja salí de allí antes de despertar a los padres de mis amigos.
Volví a sonreír. Que hermosos recuerdos y cuantas idioteces había hecho por el amor de mi vida.
El frío comenzaba a notarse incluso dentro de la galería.
Observé una figura conocida para mí escondida entre la multitud. Yo conocía a esa mujer.
-¿Señora Evans?- Susurré algo temerosa.
-¡Cece!- Gritó ella en un susurro igual. -El otro día fuí a visitar a tu abuela al cementerio. Espero que no te moleste.- Agregó.
-Tranquila, Anna. Murió hace casi un año y era muy mayor. Está superado.- Sonreí con calma. -¿Qué haces aquí?- Recordé que ella no debería estar allí.
-Quiero recuperar a mis hijos, cariño.- Me confesó con los ojos lagrimosos
-No te rindas, An. Te quieren y sé que debes tener una explicación para lo que sucedió.- Traté de sonar lo más comprensiva posible aunque mi interior estaba hecho un lío.
Le dí una sonrisa sincera y me alejé de allí. Los chicos salieron hacia un bar, Lia se fué a dormir y yo perdí de vista a Cass por unos segundos.
Cuando divisé su vestido rojo se estaba escabullendo entre la gente.
Corrí fuera del lugar y pasé mi brazo alrededor de sus hombros desnudos.
-Muero de frío.- Comenté haciendo que se pegara más a mi.
-Oye amor... Sé que estas así por lo de tu madre.- Puntualicé
-¿Asi, como?- Trató de sonar relajada pero no le funcionó. Al menos no conmigo.
-La biblia de las mejores amigas dice "engañarás a tu padre a tu madre a tu hermano playboy y tu futuro esposo pero nunca a tu pelirroja mejor amiga..."- Me trastabillé en algunos puntos. Y ella se rió recordando la "biblia de las mejores amigas".
Se paró en seco y volteó hacia mi.
Hizo una mueca con su boca y me abrazó con lágrimas cayendo por mi vestido. Me aferré con fuerza a ella y la sostuve hasta que se sintió mejor. Al separarnos me mostró una sonrisa sincera que gritaba "Gracias"
-Para eso estamos las hermanas.- Susurré antes de entrelazar nuestros brazos y continuar caminando.

Don't Let Me Go.- Grant Gustin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora