Capítulo 16

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Narra Cassie
Terminé mi vaso de zumo de naranja natural en total silencio.
-¿Vas a decirme que te pasa o tendré que golpearte?- Amenazó Cece, la cuál terminaba su tostada con mermelada.
No contesté, sólo recogí la vajilla.
-Cassie.- Trató de llamar mi atención.
-Emma es cruel, asquerosa, mala persona y una traidora. ¿Por qué tiene a Grant?- Cuestioné aún sabiendo que mi pregunta no tenía respuesta.
-Dicen que las personas somos como flechas, necesitamos que nos tiren abajo para poder subir muy arriba.- Mi cara debía ser un gran poema en esos instantes.
-¿Qué?- Se volvió hacia mi con una gran sonrisa.
-¿Por qué te importa? Es tu amigo, vale pero que ella sea una perra no significa que sea de tu incumbencia ¿No?- ¡Pero será!
-Claro como tu ya te desahogaste con ella...- Rodó los ojos.
-Pero es que... Cece es... ¡No es justo! Ella es mala y él... Es tan dulce y tonto, a veces habla de cosas sin sentido, es inteligente pero se hace el idiota a veces, es cabezota y puede llegar a ser insoportable. Puedes pasar toda tu vida con él y nunca te cansarías.- Expliqué con cierta pesadez.
-Rubia, puedes contarlo, no estés asustada...- Frotó mi brazo con su mano.
No sabía como debía decir algo así, yo solía ser la madura pero era muy infantil en estas ocasiones.
Sentí una presión en mis ojos.
-Cece...- Susurré despacio.
-Dímelo mi amor.- Me miró con sus ojos convertidos en corazones.
-Me gusta Grant.- Confesé y me abrazó dulcemente. Sentí como una gran mochila antes en mis hombros caía al suelo
-Por favor pelirroja vamos a dar una vuelta.- Rogué algo temerosa.
-Cariño, me gustaría pero tengo una cita con Kyle...- Mordió su labio, estaba ocultando algo.
-¿Por qué no rescatas a Grant de las garras del chucho rubio por un rato?- Un millón de ideas cruzaban por mi cabeza.
-Hecho.- Acepté sin rechistar.
Se despidió de mi, llevándose a mi hermano arrastras tras ella, el pobre gritaba con su mirada que necesitaba ayuda.
Subí a mi habitación, abrí mi "maravilloso" vestidor y pensé que darle una pequeña vuelta a mi look no sería tan mala idea.
Agarré una falda larga verde agua, su parte delantera era más corta que la trasera, tomé una camisa de tirantes blanca con brillos, una chaqueta de color granate con unos botines del mismo color y lista. Peiné mi cabello y me puse cacao labial para reparar mis labios. Asi perfecto.
Abrí la ventana de mi cuarto y miré hacia la suya.
-¡Grant!- Vociferé repetidas veces.
Cogí unos abalorios que se solían usar para hacer pulseritas y comencé a lanzarle a su ventana.
-¿Evans, que... ¡Auch, Cassie!- Le observé sobarse la frente. Ups.
-Perdón.- Dije con la voz entrecortada por la risa.
Con mi respiración calmada por fin pude articular mi pregunta.
-¿Vamos a algún sitio?- pregunté con cara de ángel.
-Emma está aquí...- Tomé un suspiro e hice un puchero. Chucho rubio. -Aunque supongo que puedo escabullirme un ratito.- Mi sonrisa se hizo notable.
Salí disparada de mi casa, mi gigantito había dejado sola a su novia para estar conmigo.
-Hey.- Saludé alargando la e. Me acerqué a su lado y le abracé tan fuerte como pude, su perfume era exquisito y poder escuchar su corazón latir me hacia feliz. Sentía su sonrisa en mi cuello, mi corazón se aceleraba cada vez más. Nos separamos y fuimos hasta su coche.
-¿Puedo conducir?- Pedí con mi mejor cara de cachorrito.
-Está bien.- Dijo no muy convencido.

Don't Let Me Go.- Grant Gustin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora