Capítulo 33

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Narra Cassie
Esa mañana parecía otra cualquiera, yo estaba paseando por la ciudad con mi hermano, nos apetecía tener unas horas para nosotros. Era increíble como la vida podía cambiarte en unos meses, como todo podía dar un giro de 360° en tan poco tiempo. Había conocido gente increíble, había tenido experiencias que jamás olvidaría y me había enamorado. Porque la vida se trata de eso, aprender cada día cosas que en la escuela nunca te enseñarían.
-Cass cariño...- Me giré para observar a mi hermano. -Tenemos que hablar con mamá.- Abrí los ojos como platos. ¿Qué narices le pasaba?
-No.- Sentencié.
-Hermana por dios, tenemos que arreglar esto. ¿Recuerdas cuando eramos una familia? Sé que se rompió pero no fué nuestra culpa, por favor, hazlo por mi.- Sus ojos parecían tristes y sentí mi corazón destrozarse. Lo haría solo por él. Asentí con la cabeza levemente. Sería un largo día.

Estábamos en la sala de mi casa, los tres sentados, mi hermano junto a mí y ella en el otro sofá.
-Has hecho una exposición maravillosa, cariño.- Sonrió y sus mínimas arrugas se le marcaron.
-Gracias.- Susurré no muy confiada.
-Kyle ¿Qué tal tu año sabático?- Le miró a él esta vez.
-Genial. El año que viene entraré a la universidad para hacer derecho, gracias mamá.- Mi hermano parecía estar más abierto a la negociación y yo me sentía en pie de guerra.
-Cece está preciosa. ¿Cuando vais a casaros?- Rodé los ojos.
-Dejalo ya. Deja de intentar ser la madre del año y ve directa al grano.- La miré fijamente y me puse recta.
-Cass...- Me reprochó mi hermano.
-No Kyle, no. Por tu culpa no pudimos despedir a nuestra hermana ¿Qué narices quieres de nosotros ahora?- Le espeté sintiendo un inmenso dolor.
-Tu no lo entiendes...- Comenzaron a salir lágrimas de sus pintados ojos.
-Claro...- Proseguí.
-Cada día vuestro padre y yo nos hacíamos los fuertes... Todos los días nos íbamos a la calle, vosotros pensabais que estábamos trabajando pero pedimos la baja, nos quedábamos llorando horas en la calle... Pensando en que nunca la veríamos crecer, que nunca la veríamos casarse...- Mis ojos se llenaron de lágrimas con los recuerdos.
<<Lo tiramos todo porque sabíamos que no ibais a poder vivir con el recuerdo de vuestra hermana fallecida... Preferimos no tener recuerdos suyos a perderos a vosotros también. ¿Puedes entender eso? ¡No podíamos perderos a vosotros también! Las fotos solo son eso... La ropa es solo ropa pero eran recuerdos que os hacían llorar. Eso duele, cariño. Duele ver a tus hijos romperse cuando ya lo has perdido todo. ¿Recuerdas lo que le pasó a tu abuela? ¡Se murió de pena cuando vuestra tia falleció! Yo no podía... No podíamos...- Sus palabras se entrecortaron. Kyle la abrazó y yo sólo pude sollozar llena de dolor. Ellos no querían perdernos... Y por fin lo entendí. Mi hermano se giró hacia mi y me abrazó, ella se unió a nosotros y no la aparté.
-Os quiero... Mis pequeños...- Dijo entre lágrimas.
-Y nosotros a ti, mamá.- Finalicé.

Mi madre observaba las fotos de mi cámara, el ojiazul se las explicaba y los dos reían.
-¿Quién es este bombón?- Soltó de repente. Kyle estalló en risas.
-¡Mamá!- Le reproché poniéndome muy roja.
Mi hermano nos dejó solas poco después.
-Hablame de él.- Me pidió.
-Se llama Grant.- Le respondí
Ella se rió. -Venga cariño, algo más.- Inquirió sentándose más cerca.
-¿Por qué te gusta?
-No lo sé... No hay razón alguna, no es por su físico ni por su forma de ser, no es por nada en concreto. ¿Es eso normal, acaso?- Me sentí algo ridícula.
-Es amor, cariño.- Confesó con tono de ternura.

Don't Let Me Go.- Grant Gustin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora