Capítulo Tres

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Capítulo tres.

20 de marzo, 2014.

—Lamento llegar tarde— beso su mejilla y tomo asiento.

—Confieso que llegué sólo cinco minutos antes—ríe Leo— por lo que no hay problema.

Envío rápidamente un mensaje a Lola sobre algo referente al apartamento y centro mi atención en Leo.

Leo y yo rompemos el estereotipo de amigos destinados a enamorarse. Para dar fe de ello, Leo esta a poco tiempo de casarse con una estupenda mujer y yo seré una de las damas de honor. Es uno de los poquísimos amigos que tengo de la escuela, uno que tuve antes y después del cambio.

Un amigo verdadero.

—Marly me dijo que has ido a la prueba del vestido con ella ayer. Así que dime que tomaste fotos y podré ver el vestido que luego voy a quitarle.

—Tan esplendida y apasionada como suena tu declaración no tomé ninguna foto. Y no voy arruinar su momento. Debes esperar.

—No es tan genial que seas mi amiga si no puedes hacer esas cosas por mí.

—En mi conciencia yo me siento como una amiga muy genial. Extremadamente genial.

—Hace una semana me encontré con la profesora Paty ¿La recuerdas?— asiento con la cabeza en reconocimiento— ella comentó algo de yo casándome joven.

—Tienes veintidós años. Eres joven. Pero es tu vida y si quieres casarte ¿A quien demonios le importa la edad? Detesto que las personas hagan esas cosas de sentirse más sabios por tener más años de vida.

>>Cada quien es dueño de su vida.

—Exacto, pareció como que me regañó. Tengo un trabajo estable, estoy recién graduado y tengo al amor de mi vida ¿Por qué no iba yo a casarme?

—Porque eres idiota.

—Eres realmente estúpida, Grace.

—Y tú un imbécil.

Ambos reímos, Leo ordena por ambos la comida. Es una mala costumbre que tiene, siempre ordena por mí.

— ¿Qué tal esta Charlie?

—Lo dejé en el momento en el que me dijo que soy el sol que alumbra el sendero oscuro de su vida.

—Mala.

—Malo sería estar con alguien que no me gusta.

—Ahora vendrás sin cita para mi boda.

— ¿Necesito una cita para poder entrar?

—Necesitas una para no verte miserable e insípida.

—Gracias amigo.

Repentinamente parece serio mientras me observa. Sé que esta notando mis ojeras.

—Grace...

—Simplemente sabes que este mes es duro. No he podido dormir.

—Nena, necesitas descansar.

—Marzo no es un buen mes para mí. Una vez se vaya este mes, se irá... todo eso.

— ¿Y luego a esperar el marzo del próximo año para volver a esto?

—Suena como un reproche, Leo.

—No, suena como que me preocupo por tu salud. Debes avanzar.

—He avanzado.

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora