T r e s

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Habían pasado tres semanas desde ‹‹Ese día especial››. Ahora vamos agarrados de las manos por el centro comercial, me encanta verlo con ropa normal, aunque con sus trajes es como verlo en una película.

Un cartel me llamó la atención; dentro de un mes Daddy Yankee vendría a la ciudad, siempre eh escuchado Reggaetón y sin dudas, Daddy Yankee, es mi favorito. En esa lista también están: Baby Rasta & Gringo, Arcangel, Ñengo Flow, Kendo Kaponi, De la Ghetto, Alex Kyza, Nicky Jam y Farruko.

Solté a Alexsey y tomé mi teléfono en las manos, busqué el número de April y lo encontré, presioné el botón de llamar.

-Hola mejor amiga.

-Hola mejor amiga -Respondí -¿Adivina quién viene a la ciudad? -Fui directo al grano. No tengo mucho tiempo y mucho menos para hablar con April quien cuando se conecta a un teléfono empieza y nunca se calla.

-¡Ya lo sé, tengo los boletos! -Alejé el teléfono de mi oreja, su grito casi me deja sorda.

-Pero, ¿como los conseguiste?

-Tengo mis contactos

-En una, tus contactos nos traerán un gran problema. -Alexsey me abrazó por lo hombros y besó mi cabello.

-No lo creo -Dijo dudativa.

-Bueno, nos vemos mañana -Me despedí.

-Está bien, besos. Saludos para Alexsey de mi parte -Dijo para luego colgar.

Me quedé mirando el celular en mis manos, no me había dejado despedirme correctamente, ¡pero vamos! ¿Qué se podía esperar de April?, parece que la chica come Nutella todo los días.

Entramos al auto de Alexsey y nos condujo hasta mi apartamento a buscar algo de ropa. Cuando parqueó subí rápido y tomé algunas prendas para bajar y entrar de nuevo.

Llegamos a su casa y me abrió la puerta del auto, le extendí mi mano y me atrajo hacia él, pegando mi pecho con el suyo, sus labios están muy cerca de los míos, es increíble lo que me hace sentir, ¡como si fuera nuestra primera cita o nuestro primer beso!

Sus labios se estrellaron con los míos en un beso apasionado, robándome suspiros de satisfacción, sus manos llegaron hasta mi trasero apretándolo, un gemido salió de mis labios cuando nos despegamos.

Abrí los ojos y lo miré, su rostro perfecto. A veces me preguntaba como logré tener tanta suerte de que alguien como él, se enamorara de mí.

-Vamos a dentro -Pasé mis brazos por su cuello.

-¿Ansiosa? -Una sonrisa arrogante apareció por sus labios.

-No lo sé, dímelo tú -Acerqué mi boca a su oreja -Dime, ¿Qué te parece la idea de mí encima tuyo? -Sus manos apretaron el agarre en mi cintura, gemí justo en su oreja -Moviéndome encima de ti de arriba abajo, en círculos -Dejé un beso en su cuello -Vamo....Ahh ¿Qué haces?

Desde mi posición podía ver todo al revés, al parecer lo que le había dicho lo había excitado, de tal manera que ahora me encontraba justo al lado de su trasero... Sí, estoy encima de su hombro.

Entramos en la casa y su trasero cada vez me tentaba más, con mi mano le dí un golpe, lo cual él me devolvió.

-¡Oye!

-Tú empezaste -Se defendió. Siguió caminando y María ││La ama de llaves││ nos miraba divertida.

Alexsey entró en su habitación y me dejó en la cama, lo miré, mientras él se quitaba su camiseta no dejaba de mirarme y esas, son cosas que me excitan. Me tomó de los pies y me bajó, dejándome boca abajo en la cama, tomó la falda que llevo puesta y la subió hasta mi cintura, rompió las bragas.

-Vamos, enséñame tu precioso trasero -Dijo con la voz ronca por el placer y la excitación.

Caminé hasta la pared y puse mi trasero a su total visión moviéndolo de un lado a otro, lo miré por encima de mi hombro y lo ví quitándose el Jeans junto con su bóxer.

-¿Así, te gusta que te lo enseñe? ¿Así? -Gemí, la situación me estaba calentando.

-Sí, así -Una de sus manos acarició mi trasero para luego entrar de golpe en mí.

Reprimí el gemido de dolor el cual desapareció cuando sus caderas empezaron ese rico vaivén, gemidos se escucharon de parte de los dos, la sensación de tenerlo a dentro es increíble. Bombeando dentro de mí, entraba y salía a un ritmo lento y placentero, moví mis caderas para acompañarlo, pero salió de mi por lo cual me quejé.

Se sentó en la cama y con una señal fui hasta él y me subí a ahorcadas, deslizándome suavemente hasta que todo entrara dentro de mí.

-Dios, nena -Gimió -¿Cómo puede ser que aún estés tan estrecha? -Mordió mi hombro -Contéstame algo Zoe ¿Te estoy follando bien? -Besé sus labios.

-Como nadie.

Empecé a moverme de arriba abajo, en círculos, torturándolo con el ritmo. Sus manos sujetaron mi cadera, está desesperado, cosa que me hizo sonreír. Él me ayudó a subir y a bajar a un ritmo casi frenético, se volteó dejándome debajo de su maravilloso cuerpo, y empezó a embestirme más rápido.

Jadeos y gemidos salían de nuestras bocas hasta que se dejó ir dentro de mí a lo que lo acompañé de inmediato.

-Te amo -Besó mi cuello.

-Te amo.

Mr. VólkovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora