Capítulo 18

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Killian se sentó en la barra y pidió un ron. El día había comenzado hace un par de horas, pero estaba resultando pésimo. Peter, el bajista de su banda les comunicó esa mañana que dejaba la banda porque se iba a vivir a Australia. ¿Y ahora qué iban a hacer? Mañana tocaban en el "Rabbit Hole" y venían a verlos muchos representantes de música. ¿Cómo iban a conseguir un representante si ni siquiera conseguían alguien que reemplace a Peter? Habían estado haciendo audiciones, pero cada persona que se presentaba resultaba ser peor que la otra. Killian empezaba a sentirse desesperanzado con la situación y decidió tomar un trago que lo ayude a calmarse.

- ¿Qué haces tomando ron tan temprano? – Preguntó Emma sentándose en una banqueta a su lado.

- Un mal día. – Respondió él mirándola sorprendido porque no se había dado cuenta de cuando ella había llegado. - ¿Qué haces acá? – Preguntó.

- Vine a buscar el almuerzo para mí y las chicas de la oficina. – Contestó ella. - ¿Qué te tiene en este estado? – Cuestionó mirándolo intensamente.

- Peter, el bajista de nuestra banda se va a vivir a Australia. – Respondió y tomo un trago de ron. – Mañana vienen a escucharnos varios representantes, pero sin bajista no creo que podamos hacer mucho. – Explicó sin ánimos.

- ¿Y tu solución es tomar ron? – Preguntó ella con cierto humor.

- Un poco de ron nunca lastima. – Asistió él.

- ¿Eso quiere decir que las audiciones están yendo mal? – Preguntó ella sospechando la respuesta.

- Pésimo. – Informo él. - ¿Cómo sabes que estamos haciendo audiciones? – Preguntó mirándola como si ella podría leerle la mente.

- Por el cartel en la puerta. – Le recordó ella.

- Ah, cierto. – Dijo él y terminó el ron que quedaba en su vaso.

- Creo que tengo una idea. – Dijo ella con un brillo especial en la mirada. Habían estado varios minutos en silencio y eso le sirvió para que se le ocurra una gran idea. - ¿Recuerdas a Jefferson? – Preguntó.

- ¿Tu vecino? ¿El papá de Grace? – Preguntó él recordando lo celoso que estuvo cuando los vio abrazados.

- Si, él es profesor de música. – Respondió. – Él sabe tocar varios instrumentos, entre ellos el bajo. Puedo preguntarle si puede ayudarlos y tocar con ustedes, aunque sea solo por mañana. Después ven ustedes si quieren seguir con él o no. – Explico ella.

- Eso sería grandioso. – Dijo él recuperando algo de emoción. - ¿Harías eso por nosotros? – Preguntó.

- Claro. – Respondió ella.

- Aquí tienes el pedido Emma. – Informó Granny entregándole dos bolsas con los pedidos de comida.

- Gracias. – Agradeció ella.

- ¿Cómo hacemos? – Preguntó él agarrándole le mano como si tendría miedo de que fuera a irse.

- Voy a la oficina a llevar la comida y lo llamo. Cuando salga de dar clases vengo con él, así prueban si les gusta como toca. – Propuso ella.

- Si, buena idea. – Aceptó él.

- Mismo si quieren pueden seguir haciendo audiciones, y si consiguen alguien antes de que vengamos me avisas. – Dijo ella con una pequeña sonrisa al notar que él comenzaba a relajarse.

- Si, genial. – Asistió él. – Gracias. – Le dio un pico.

Killian miró a Emma hasta que ella desapareció de su vista. Esa mujer no dejaba de sorprenderlo, haga lo que haga, diga lo que diga, todo era luz para sus ojos. Emma era pura y brillante luz.

New York City SerenadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora