Capítulo 22

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Killian estaba preocupado. Hace varios días que se habían presentado con la banda frente a varios representantes y productores de música, pero todavía nadie había llamado. Él tenía fe de que los iban a llamar, porque confiaba en la música que hacían, porque sabía que tocaban con el alma. Pero eso no le quitaba los nervios o lo ansiedad. Necesitaba relajarse y despejar su mente.

Killian salió del trabajo y se fue a su casa. Era tarde y no tenía ánimos para cocinar, así que se acostó directamente. Agarró su celular y vio que Emma estaba conectada. ¿Qué hacía ella despierta tan tarde? Decidió mandarle un mensaje.

- Hola amor, ¿Qué haces despierta a esta hora? - KJ

- Hola guapo, acá mirando una película porque no podía dormir. ¿Vos? - ES

- Recién llego del trabajo. ¿Se te hace difícil dormir sin mí princesa? - KJ

- Quizá. ¿Te puedo pedir un favor? - ES

- El que quieras. - KJ

- Nunca me digas princesa. - ES

- De acuerdo, ¿Nos quedamos con amor? - ES

- Amor es perfecto. - ES

- ¿Qué película estás viendo? - KJ

- La princesa prometida. - ES

- ¿En qué canal la están dando? - KJ

- En "movie city". - ES

- Perfecto, veamosla juntos. - KJ

Miraron la película intercambiando mensajes, comentarios y risas sobre ella. Era raro pasar un rato tan bien con alguien de esa forma. Killian nunca había experimentado eso. Le gustaba saber que Emma tenía esa clase de poder sobre él, que aún escribiendo mensajes podía hacerlo sentir feliz. De repente se le ocurrió la idea perfecta para encontrar la calma que estaba buscando.

- ¿Qué te parece si el sábado vamos de paseo en el velero? - KJ

- ¿Eso incluye a Henry? - ES

- Por supuesto. - KJ

- Le preguntaré, pero te aseguro que es un si. Él se quedo encantado desde la vez que nos llevaste. - ES

- Perfecto. - KJ

- Bueno, a pesar de que disfruto la charla, tendría que ir a dormir. - ES

- Tendrías, no sé como vas a hacer para madrugar - KJ

- Gracias por el ánimo. - ES

- No te preocupes, para mi sos perfecta hasta con cara de dormida. - KJ

- Es bueno saberlo. - ES

- Dulces sueños amor. - KJ

- Igualmente Killian. - ES

El sábado Killian pasó a buscar a Emma y Henry temprano para poder aprovechar todo el día de paseo. Como la otra vez llevaron provisiones para estar tranquilos. Luego de almorzar Emma se puso a tomar sol. ¿Acaso ella quería matarlo? Killian nunca la había visto en bikini. Ella era tan hermosa, y él estaba seguro que nunca se podría cansar de mirarla. A penas se pudo aguantar las ganas que tenía de tocarla en todos lados porque Henry estaba con ellos.

- ¿Quién te enseño a navegar? – Preguntó Henry curioso.

- Mi padre Marco y mi hermano Liam. – Respondió Killian.

- ¿Eso quiere decir que tendría algo así como un abuelo y un tío? ¿Puedo conocerlos? – Preguntó Henry entusiasmado.

- Lo siento Henry, ellos ya no están con nosotros, están en el cielo. – Contestó Killian con dificultad, le dolía tener que romperle la ilusión al niño.

New York City SerenadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora