Capítulo 25

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Emma se despertó al escuchar voces conocidas alrededor suyo. A pesar de estar despierta, continuó acostada y con los ojos cerrados. Todavía no tenía fuerzas para que los demás sepan que ella estaba despierta. De a poco comenzó a recordar todo lo que había pasado, todo lo que Hans le había dicho. ¿En verdad Neal estaría atrás de todo eso? No podía evitar sentirse preocupada. Después recordó la confesión que Killian le había hecho. Killian la amaba. Por supuesto que ella ya lo sabía desde hace un tiempo, lo sentía en sus miradas y en cada gesto que tenía con ella. A ella le aterraban ese tipo de confesiones, pero para su sorpresa esa vez no, esa vez era distinto. Killian la hacía sentir segura. Emma lo amaba tanto como él a ella, así que se dejo llevar y disfrutó lo que se siente el amor correspondido. De repente sintió como alguien se acostaba a su lado y la abrazaba.

- Hola peque. – Saludó Emma a su hijo abriendo los ojos y dándole un beso en la cabeza.

- Hola mamá. – Henry devolvió el saludo con una sonrisa. - ¿Cómo te sentís? – Preguntó mirándola con preocupación.

- Mejor. – Respondió ella honestamente, haber dormido la había hecho recuperar bastante sus fuerzas. - ¿Vos? – Era su turno de preguntar.

- Mientras estés bien, yo también voy a estarlo. – Contestó el niño con ternura.

- Me alegra que estés bien. – Dijo Rose mirándola con una sonrisa.

- Es bueno verte despierta. – Dijo Regina agarrándole la mano.

- Gracias chicas, las quiero. – Dijo Emma tratando evitar emocionarse.

- Si nos volves a dar un susto así, yo misma te voy a matar. – Bromeó Regina haciendo que todos rían.

- Permiso, ¿Emma Swan? – Interrumpió una mujer morocha con rasgos orientales golpeando la puerta de la habitación, a pesar de que estaba abierta.

- Si, soy yo. – Informó Emma.

- Soy Mulán, la oficial encargada de tu caso, me gustaría hacerte una pequeña interrogación. – Se presentó la mujer.

- ¿Henry por qué no vamos a desayunar? – Propuso Rose al ver como Emma y Killian intercambiaban miradas tratando de buscar la forma de que Henry no estuviera presente para escuchar eso.

- Si Henry, ve a desayunar con Rose. – Interfirió Emma al ver que Henry no respondía.

- Pero, ¿Después volvemos acá, cierto? – Preguntó Henry con cierta preocupación. – Mamá no quiero ir al colegio, quiero quedarme con vos. – Pidió dándole un abrazo.

- Y yo quiero que te quedes conmigo, así que a desayunar y después vuelves para acá. ¿De acuerdo? – Dijo ella despeinándolo dulcemente

- De acuerdo. – Aceptó Henry, le dio un beso en la mejilla a su mamá y después dejo que Rose lo lleve a desayunar.

- Bueno, como dije soy la oficial a cargo. – Comenzó a decir Mulán una vez que Henry y Rose se habían ido.

- ¿Qué pasó con Hans? ¿Lo detuvieron? – Interrumpió Killian, necesitaba saber que el hombre que había dañado a Emma no tenga posibilidad de volver a hacerlo.

- Si, está detenido. El señor Hans fue encontrado en la escena del crimen con un arma en la mano y una mujer con una herida de bala, así que por supuesto fue detenido. – Aseguró Mulán.

- Bien, menos mal que lo detuvieron. – Suspiró Regina aliviada. - ¿Va a haber un juicio o algo así? – Preguntó.

- Primero que nada estamos juntando los testimonios. – Informó Mulán.

New York City SerenadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora