Capítulo 30

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Killian se sentía más solo de lo que nunca se había sentido en su vida. Finalmente había conseguido un lugar a donde pertenecía, una familia, había sentido lo que era tener un amor verdadero y correspondido. Y ahora todo eso lo había perdido. Dolía demasiado haber conocido esa felicidad y haberla perdida de un día para otro. Él no se arrepentía de sus elecciones, porque sabía que lo que hacía era por el bien de Emma y Henry. Pero saber eso no lo hacía menos difícil de lo que era. Estar sin ellos era una constante tortura.

El celular de Killian sonó, era Henry pidiendo de verlo. Él le había prometido que si se peleaba con Emma iban a seguir viéndose y siendo amigos, así que acepto. Fue a Granny's y lo encontró en una de las mesas. Se saludaron con un abrazo y pidieron algo para comer.

- ¿Queres más papas? –Ofreció Killian.

- No, gracias. – Agradeció Henry.

- ¿Cómo te está yendo en el colegio y en fútbol? – Preguntó Killian.

- Bien, todo tranquilo. El colegio aburrido y fútbol divertido. – Dijo Henry con una pequeña sonrisa.

- Me alegra saber que estás bien. – Dijo Killian con sinceridad.

- Si, pero te extraño. – Admitió Henry algo tímido.

- Yo también te extraño. – Coincidió Killian.

- Mamá también te extraña. Ella se hace la que está todo bien, pero yo sé que está triste. – Confesó Henry.

- ¿Me extraña? – Preguntó Killian y el niño asistió con la cabeza. – Yo también la extraño. – Admitió con una sonrisa triste.

- ¿Por qué no están más juntos? – Preguntó Henry.

- Es complicado. – Respondió Killian.

- ¿La amas? – Pidió saber Henry.

- Si, la amo más de lo que nunca ame a nadie. – Contestó Killian honestamente.

- Si vos la amas y ella también te ama, ¿Entonces por qué no pueden estar juntos? - Preguntó Henry, sin encontrar sentido a que estén separados cuando ambos querían estar juntos.

- Los adultos somos complicados. – Dijo Killian después de un largo silencio donde se dedicó a pensar. – A veces por más que haya amor, no se puede estar juntos. – Intentó justificar.

- Entiendo, es la parte de la historia donde se complica, donde se pone a prueba el amor. – Dijo Henry con seguridad.

- ¿Qué queres decir? – Preguntó Killian sin entender.

- A que ya van a volver a estar juntos, esto es solo una prueba. – Explicó el niño.

- ¿En verdad crees eso? – Preguntó Killian sorprendido.

- Claro, es como en los cuentos. Ustedes son amor verdadero, entonces tienen que pasar la prueba de estar separados. Pero cuando se den cuenta que el amor es suficiente van a volver a estar juntos. – Dijo Henry con convicción.

- Espero que tengas razón. – Dijo Killian sintiendo como volvían las esperanzas a su corazón. - ¿De dónde sacas eso del amor de cuentos? – Preguntó curioso.

- Mary Margaret, ella siempre me lee esas historias. Y el amor de ustedes es de cuentos. – Dijo Henry.

- Tendré que agradecerle cuando la vea de que te haya hecho tan inteligente con sus historias. – Dijo Killian admirando la seguridad con la que hablaba el pequeño.

- ¿Seguirás cuidando de nosotros? – Preguntó Henry, luego de un rato donde se dedicaron a tomar sus bebidas.

- Siempre. – Aseguró Killian.

New York City SerenadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora