Capítulo 1

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El agua de la ducha me recordaba las frías nevadas de mi hogar anunciando la llegada del invierno, volviendo a mí cada Navidad con mi familia: los intentos de un iglú, las carreras cuesta abajo en los trineos, las abundantes fiestas, los trajes extravagantes y los "muñecos de nieves" aunque yo diría que en realidad eran monstruos porque ni la forma de un animal tenían. No pensé que lo extrañaría tan rápidamente. Moví bruscamente la cabeza a los lados para alejar ese pensamiento. Si desde ahora comenzaba a tener miedo por estar lejos de ellos, no valdría la pena el haberme escapado para tocar música y por lo menos durar unos cuantos segundos volando sobre aquella nube de la emoción de tocar en público y oír como todos aclaman tu nombre. Y para ello solo cuento con unos cuantos días antes de que mis padres puedan dar con este lugar.

Deje que las gotas se deslizaran por mi cabello para remover aquel tinte negro que me había dado antes de subir al avión, me había cansado de llevar un color tan oscuro sobre mi piel. De seguro cuando las personas me miraban creían que era un vampiro por la combinación entre el cabello y las lentillas rojas que llevaba puestas... Si tengo unos gustos algo sofisticados (que se note el sarcasmo), en realidad solo era por si se aparecía un amiguito de mi papa y revelaba que su querida nenita se está escapando de casa. Les juro que me encerraría en mi cuarto hasta que cumpla 50 y se canse de ponerme deberes.

Solo salí porque mi piel ya no podía parecerse más a una pasa. Envolví la toalla en mi cuerpo y me acerqué al tocador del baño solo para ver cómo mi pelo castaño adquiría su volumen natural, ondulado hasta unas pocas pulgadas por debajo de mis hombros. Me pase el cepillo para bajarlo un poco. Al momento que enfoco a mis ojos oscuros, el reflejo del chico que conocí esta tarde se dibuja a partir del mío. Quién diría que ahora tengo que compartir una casa con un chico del que apenas sé su nombre, que tiene un perro llamado Demonio y que no es muy educado.

Cogí el celular que compre al llegar al país para solo mirar la hora y darme cuenta que llevo dos horas completas metida entre cuatro paredes que indigna llamarle baño. Al pasarle un paño mojado a la cerámica beige del suelo pude notar que en algún momento fue de un color crema y en una esquina se puede apreciar una pila de ropa masculina. Hace unos días no ha pasado una mujer por esta casa, lo que me lleva a pensar que la madre de Castiel debe trabajar en algo con respecto a viajes y no tiene mucho tiempo para estar aquí.

Recogí mis prendas ya que el cesto para las ropas sucias está lleno de quién sabe qué, giré el pomo y jale la puerta al mismo tiempo en que esta era empujada desde afuera. Por la fuerza de ambas reacciones y haber mojado el suelo al salir de la ducha, trastabillé emprendiendo mi caída segura a las resbaladizas baldosas pero en una milésima de segundos era atraída por la muñeca hacia el lado contrario en un intento de impedirlo.

—¡Qué Diablos!— el movimiento fue tan brusco que Castiel terminó perdiendo el equilibrio llevándome con él. El pelirrojo en vez de bajar sus manos para amortiguar el impacto, me rodea la cintura. Fui a parar en su pecho dejando aún más obvia la diferencia de tamaño entre nuestros cuerpos. Sobre su camiseta podía sentir las líneas de abdomen esculpido y su perfume comenzó a envolverme pero no me impidió preguntar:

—¿Qué rayos querías buscar en el baño?— le pregunto con irritación. ¿Cómo se le ocurre querer entrar mientras una dama se encuentra en el? Que chico más nefasto.

—Perdóname tabla, creí que te habías ahogado en la ducha— dijo con una sonrisa burlona.

—No creí que eras capaz de pedir perdón— dije pero el solo sonríe.

—Llevas la tarde entera metida ahí adentro, ya te iba a sacar porque no pagas por el agua.

—Ya pensaba yo que te preocupabas por mí— digo con sarcasmo rodando los ojos. Pensé en levantarme pero una sonrisa nítida, sin ninguna pizca de malicia se asomó en sus labios paralizando mi cuerpo y dejando mi mente vacía.

Rock your heart CDM #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora