Unos tacones resonaban contra el suelo de cuarzo rebotando contra las paredes de tapiz crema con bordes de madera de caoba con diseño de flores. Cerca de la joven princesa, le seguía su guardia más fiel quién desde el día de su nacimiento procuraba por su bien. A unos metros más adelante una enorme puerta de caoba con enredaderas de oro les daría paso a la sala donde se encontraban los amigos de la futura reina. Giles empujó ambas puertas dándole el paso.Dentro un chico rubio de cabello rizado recorría la habitación entera tocando todo lo que estuviera a su alcance, los gamer se veían muy tranquilo jugando en sus celulares, el albino se arreglaba su bufanda frente a un espejo, el militar visitaba a su amor prohibido por lo que no se encontraba en la sala y él único que si se notaba perdido era el pelirrojo con la mirada perdida en algún punto del cielo. La princesa se aclaró la garganta y la mayoría le miró.
—¡Waow increíble! Eres una princesa, con eso de coronas, tierras y poder— dijo Xander, como de costumbre motivando a los demás ha hablar. Él odiaba el silencio.
—Y cuando nos arrestaron creí que estaba en un videojuego. Fue una de las mejores experiencias de mi vida— esta vez Armin habló demostrando que no salía mucho de su casa.
—Siempre la consideré como una princesa pero no tenía idea de que lo era también de sangre— admitió Lysandro.
—Nunca había viajado a otro país y menos aún estado en un palacio, así que no me quejo— dijo Roshermi lanzándose a un sofá.
—Lamento los inconvenientes que les he causado, no tenía planeado que me cacharan en pleno juego.
—Tranquila, fue genial que te unieras a este grupo de raros. Necesitábamos un aire un poco más femenino— dijo Roshermi. Siempre había sido ella con Lysandro y Castiel, además este último no era para nada fácil de llevar.
—Si eso era lo único que venías a decir, ya te puedes ir— formuló Castiel después de pasar tanto tiempo en silencio.
—¿Cómo te atreves a-— Giles iba a darle una lección sobre modales al chico rebelde cuando Sam lo detiene levantando una sola mano con delicadeza.
—Deja que se desahogue. Y no, aún hay más. He preparado hospedaje para todos en caso de que quieran pasar el resto de las vacaciones aquí, y si no lo desean, les he conseguido los papeles necesarios para salir del país. Además he pedido trajes para la boda que tomará sección en la iglesia real al final del jardín trasero cruzando el laberinto comenzando a las 10 de la noche, por si desean asistir ya que siempre habrá un lugar para ustedes.
—Estaremos siempre para apoy— había comenzado a decir Lysandro antes de ser interrumpido por Castiel.
—Uuhy que bueno. No puedo aguantar otra hora en este lugar— Castiel se levantó estirando su cuerpo para después encarar a Sam—. No me importa como te lo cojas, pero mejor para mal así que oye bien: te agradezco por ser un experimento más de que no puedes confiar en nadie tan fácilmente sin conocerle a fondo, menos si parece sincera y buena. Gracias a ti he aprendido más cosas, experimentado como casi llegar al infierno, otra forma de ser utilizado y ser arrestado por policías de otro país. Te puedes casar, perder o hasta suicidar si es que te da la maldita gana porque a mí ya no me importas más. Lo último que quiero de ti es que le pidas a aquel guardia de la esquina que me devuelva mis cigarrillos ya que el bueno para nada me los ha arrebatado. Después de ello, jodete.
—¿Cómo que bueno para nada?— inquirió el susodicho. Sam con solo asentir, el guardia entrega la pertenencia del chico.
—Con su permiso, debo retirarme para prepararme. Si deciden quedarse Marcus— el guardia de la esquina— y Giles los guiaran a sus dormitorios donde los trajes y el vestido aguardan, espero que sean de su agrado. Y si desean ir a casa, pueden retirar sus papeles hablando con el consejero real que debería encontrarse en la oficina secundaria en el primer piso en el pasillo que quedaría a la derecha bajando las escaleras. ¿Algo más que quieran saber, decir o pedir?— preguntó la joven de la tiara.
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Rock your heart CDM #2
FanfictionMe escapé de casa para ser libre al fin y rockear. Tengo todo lo que necesito: talento, pasión, un país nuevo donde empezar y un sueño que alcanzar. Nada ni nadie me detendrá. Creí que todo iba acuerdo al plan hasta que el destino me hizo caer por...