✿Castiel #2.5

83 11 8
                                    


~7 años de edad. Continuación
(Cualquier error ortográfico, lingüístico verbal será arreglado en un par de horas 😂)

Ambos salimos del parque tomados de la mano y comenzamos a caminar en dirección a la zona comercial. Pasamos por varias calles en al que las personas se nos quedaban mirando. Algunas me sonreían y otras ponían mala cara sin yo tener la menor idea del porqué. La chica temblaba de vez en cuando, apretando y aflojando su agarre en mi mano por lo que quise ver su cara para ver que expresión tenía. Ella tenía un leve sonrojo en su piel canela y al notar que la miraba frunció el ceño.

—¿Qué me ves mocoso?— Preguntó ella sin mirarme, cubriéndose la cara con su mano libre a lo que no pude evitar reírme.

—Me pregunto cual es tu nombre— le sonreí dándole un pequeño apretón en la mano. La chica suspiró resignada, como si ni siquiera estuviese segura de lo que se encontraba haciendo.

—Prefiero no decírtelo— respondió con un tono seco.

—Yo quiero que seas mi amiga. ¿Que amigo podría yo ser si ni quiera sé tu nombre?

—Solo te compraré algo y después te vas derechito a tu casa, no puedo estar andando con un niño de arriba para abajo— admitió soltándome para meter las manos en la bolsa y luego sacar de la misma un cigarrillo dándole punto final a la conversación.

Seguimos caminando en silencio esa vez siendo dejado atrás por varios pasos. La brisa soplaba en dirección opuesta a nuestro destino por lo que cada vez que la chica botaba el humo por la boca, terminaba por darme una bodega da en la cara. Por alguna razón que desconocía su estado de ánimo había dado fin cambio drástico, fingiendo que yo no existía. Al llegar frente a la autopista principal al cual atravesaba de esquina a esquina la capital entera, las torres empresariales y los centros comerciales mantenían concurrido el lugar. Ella dobló a la izquierda interrumpido el flujo de la personas que venían, tuve que usar su cuerpo alto y esbelto como escudo para no seso arrastrado por la corriente, sujetándome de su remera como si fuera lo único que me permitía seguir de pie.

Se metió por un callejón conmigo pisándole los talones y para cuando llegamos al final de esté vimos un parqueo lleno de personas patinando, montando su bicicleta o comiendo alguno que otros hot dogs y hamburguesas. En el aire había un ligero aroma a aceite de freír y se podía oír murmullos gritados al todos los presentes hablar al mismo tiempo. La chica por fin se dignó en darse la vuelta, tiró el cigarrillo y lo pisó apagándolo.

—Mira, voy a comprarnos algo— dijo apuntando a uno de los carros de comida—, mientras tu te quedas aquí tranquilito y calladito sin que nadie te vea y sin que tu veas a nadie. ¿Entendido?

Antes de que pudiera agregar algo ya había comenzado a alejarse de mi. Iba a sentarme en el suelo usando uno de los contenedores de basura sin embargo me lo pensé mil y una veces al ver una ''manada'' de cucarachas correr hacia debajo del mismo. Opté por quedarme viendo a las personas que estaban mas cercanos a mi "escondite'': algunas parecían hojas pegadas entre si con pegamento, otras soltaban humo por la nariz como si fueran dragones pero la gran mayoría compartían una bolsita con al parecer azúcar blanca o sal y luego la inhalaban.

Un leve cosquilleo subió por mi pierna, provocando sudor frío en mi frente. Miré hacia mis jeans y me encontré una rata gigante tratando de comérselos. La sensación de asquerosidad me invadió y moví lo mas brusco que pude mi pierna, mandando al animal por los aires cayendo éste en el medio del grupo que se encontraba mas cerca. Uno de los presente pateo la misma aun mas lejos para luego mirar al lugar de donde había provenido. La sonrisa que me dedicaron sus amigos fue la cosa mas horrible que había visto en mi vida hasta ese momento, y eso que había creído que la chica —que sigue sin decirme su nombre— era una secuestradora.

Rock your heart CDM #2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora