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No sé cuánto tiempo llevo enserado en mi cuarto, cuantas llamadas he recibido, solo sé que ninguna es la que espero. La única compañía que tengo es Gato, quien se hecha a mis pies en la cama. A veces me observa, luego, regresa a dormir. Quisiera ser como el, poder mirar todos los problemas como algo sin importancia, porque así es como se ve, parece que nada le importa.

Zara y Javy entran a mi habitación. Miro el reloj y noto que son las dos de la tarde. Después de todo no ha pasado tanto tiempo como el que pensaba. Esto es malo, no quiero que el tiempo sea lento. Bueno, la realidad es que lo único que quiero son respuestas.

Zara tiene un sobre en sus manos. Ya puedo imaginar que es.

Me siento en la cama.

–Jared. Necesito hablar contigo– dice Zara.

Javy parece estar molesto, y por lo que veo, es con ella.

Zara entra, Javy se queda en la puerta.

Yo me acomodo mejor en la cama. No quiero ponerme de pie.

–¿Qué sucede?– pregunto con esperanza.

Después de todo, Zara y Alice se han hecho muy buenas amigas, quizá me tenga una buena noticia, quizá vino para decirme que Alice ha regresado y que quiere que la busque. Pero, ese sobre no puede significar eso.

–Yo fui quien llevo a Alice al aeropuerto– confiesa con miedo.

Me duele el corazón, y siento un poco de rabia, pero, la reprimo al comprender que no es su culpa.

La miro confundido, esperando que me dé respuestas a todas mis preguntas, pero, sé que ella no puede hacerlo, ella no es Alice.

–¿Porque?– pregunto casi sin poder hablar.

–Ella dejo esto para ti. Ahí te explicara– dice mientras se acerca, me da el sobre.– Yo le dije que era mejor que te dijera las cosas en persona. Pero, ella me dijo que era mejor así, que cuando leyeras la carta lo entenderías.

Miro el sobre, veo un pequeño círculo que sobre sale dentro. Se lo que es, pero tengo la esperanza de que no lo sea.

–Gracias– digo.

Zara se acerca a Javy.

–¿Quieres que nos quedemos?– pregunta Javy con preocupación.

Niego con la cabeza.

–Tienes que comer– me dice Javy.

–Después– susurro.

Ambos me miran con preocupación, luego, se van cerrando la puerta detrás de ellos.

Abro el sobre, dentro esta lo que me temía, el anillo de compromiso que le había dado, y una carta. Abro la carta y leo:

Amado Jared. Para cuando leas esto, estaré en New York con mi tía Liz. Sé que lo que estoy haciendo es de cobardes. Quizá debí hablarlo contigo antes de actuar. El punto es que sé que hubieses querido venir conmigo, y no puedo dejar que vengas. No podría vivir sabiendo que has dejado toda tu vida atrás. No ahora que Javy y tú están tan cerca de hacer su sueño realidad. Tienes toda tu vida planeada ahí en Puerto Rico. Venir a Nueva York solo por mí, y que dejes todo eso atrás, sería una culpa que jamás me perdonaría.

Rosas Blancas y CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora