No hago más que entrar por la puerta y Javy ya ha comenzado su interrogatorio.
–¿Qué tal te fue?
Esta sentado al escritorio de su computadora. Mientras hablaba se giró hacia mí.
–Salió tal y como esperaba– digo mientras voy hasta el llavero donde pongo las llaves.
–Ósea que aceptó tu invitación– dice con alegría.
–Sí, e iremos al paseo, justo como planeaba– le cuento con mucha satisfacción.
–Excelente– dice mientras se tira hacia atrás en la silla y da media vuelta para quedar de frente a la computadora.
Me acercó a él y miró lo que está haciendo. Está creando una de las promociones.
–Pásame algunos bocetos– le pido mientras me acerco a mi escritorio.
–En un momento– toma varios y me los da.
–Gracias.
Me siento y enciendo mi computadora.
–¿No quieres ver lo que tengo hasta ahora?
–Solo tienes el que estás trabajando ahora mismo– digo mientras observo los bocetos y espero a que la computadora se encienda.
Por alguna extraña razón, Javy es muy lento cuando trabaja sólo. Se perfectamente que solo ha podido trabajar lo que acabo de ver en su pantalla.
–Bueno, comencé otro pero esos trazos que hiciste son muy extraños.
Lo miró con los ojos entrecerrados.
–Yo me encargó.
Y me encargue.
Cuando casi termino mi primer cartel, mi móvil vibra sobre el escritorio. Casi me lanzo a tomarlo. Tal y como esperaba, un mensaje de parte de Alice.
He estado mirando el móvil cada dos minutos a la espera de ese mensaje.
"Disculpa la demora. He estado ocupada. Alice."
Primero le contesto antes de guardar su número.
"No te preocupes. Me habías dicho que me escribirías en cuanto pudieras. ¿Muchos clientes?"
Guardó su número y aguardó una respuesta. Pongo el teléfono en el escritorio justo enfrente de mí. Me quedo mirándolo por varios segundos aguardando una respuesta.
–¿Qué demonios estás haciendo?– Javy me asusta.
Lo miro y está mirándome con una mirada y una sonrisa que dice: "Se lo que te está pasando."
Por supuesto que lo sabes, yo sé lo que le pasa a él con solo mirarlo. A veces pienso que es más tonto, pero, por lo visto no lo es.
–Nada– digo y agarró el ratón.
Javy vuelve a trabajar aun con la sonrisa.
No recibo una respuesta inmediata. Comienzo a pensar que no las obtendré, al menos durante el día. Me contesta justo cuando he comenzado a preparar la cena. Son las cinco de la tarde y ya tengo listos tres carteles. Javy está trabajando en su tercero. Yo he decidido hacer la cena ya que comienzo a tener hambre.
Después de secarme las manos miró el mensaje.
"Pues sí. Por eso te contestó ahora. Y eso que es lunes."
ESTÁS LEYENDO
Rosas Blancas y Café
RomansJared Gale es un diseñador gráfico que vive en la ciudad de San Juan, Puerto Rico. Esta es la historia que cuenta como se enamoro de Alice Rose, una hermosa artista que pinta hermosos cuadros realistas, y a su vez, trabaja en el Café de su padre...