Extra

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Florida Plates

Es sábado en la noche y raramente, Frank está en casa. La banda ha crecido tanto que ya no tiene tiempo para controlar la disquería en la que trabaja, o más bien, trabajaba. Ha sido malditamente despedido hacía una semana. Pero bueno, Frank no estaba tan preocupado ya que, Pencey Prep le ha dado muchos caminos para ganar buen dinero haciendo lo que le gusta. Evan, el hermano de Jamia le ha propuesto formar una banda junto a un par de amigos, y Frank no dudó en decir que sí, que le fascinaba hacer aquello.

Pero éste sábado, era solamente para él. Con frituras en bolsa, y una pequeña maratón de películas de terror. La noche de Halloween es para disfrutar, y Frank lo estaba haciendo a su manera, había estado todo el día entre amigos, con Jamia y con su madre. Eso era suficiente. Necesitaba pensar. O más bien, descansar.

Mikey le había llamado y recibió una máscara de Drácula por parte de Bob, aquello era adorable y la máscara reposaba sobre su cabeza. Está recostado en el sillón de la sala de estar de esa pequeña casita que ha logrado mantener ya por tres años. Sus pies se apoyan en la mesa ratona, no importa la educación, lo principal es su comodidad. Piensa que desde aquella vez que vio a Gerard en el debut de Pencey, ha pasado ya, un año. No exacto pero un año en fin. Ya no duele tanto, pero a veces lo extraña, Jamia no ha podido llenar el vacío que Gerard dejó, pero le ha hecho un bien y puede decir, que ama a Jamia.

Bosteza, pero todavía es su cumpleaños número veinticuatro y no quiere dormirse, pero su pijama de huesitos de perro es muy cómodo y sus ojos se cierran tan rápido como se abren, cuando escucha unos golpeteos en su puerta. Mufa respirando con su nariz, quedándose en silencio, esperando que quien sea, se canse y se vaya. Pero eso no pasa, porque vuelven a golpear un poco más fuerte y Frank decide abrir por más que esté nevando ahí afuera. Se acerca lento a la puerta blanca y al abrirla, su corazón cae al suelo latiendo erráticamente.

-¿Qué..? - pero no alcanza a decir nada, porque esos labios que tanto le gustaban le comen la boca y los brazos de Gerard le abrazan con fuerza por el torso.

Tendría que separarse y molerlo a golpes pero, lo ha extrañado tanto que solo necesita responder el abrazo y eso hace. Lo abraza de manera torpe trastabillando con sus pies hasta dar con la baranda de la escalera frente a la puerta que sigue abierta dejando ver los adornos del día de brujas por toda la calle.

Hold you as waves crash down on the Jersey Shore,
can't think of a time when I needed this more ..

-Gerard.. - intenta separarse pero la boca del pelinegro va hacia su cuello, haciendo que le recorra un escalofrío por todo el cuerpo. La máscara de Drácula cae al suelo cuando Gerard pasa sus manos por su pelo castaño y rapado. Ambos se separan un momento para verse.

Y Frank no lo cree, menos cuando el pelinegro se aleja de él para cerrar la puerta y vuelve a su lado con paso nervioso. El castaño de ojos avellana, decide hablar.

-¿Qué haces acá? - recompone su estado solo un poco, los tiempos han sido duros para él y el saber que Gerard tiene un hijo no ayuda en aquél momento. -¿Cómo está Lindsey?

Gerard se queda callado, su pelo está largo hasta los hombros, tiene un hoodie gris y pantalones negros. No se ve mal con aquella palidez característica. Su nariz sigue siendo respingada y sus labios siguen siendo igual de suaves. Frank lo ha extrañado pero no puede romperse a él mismo, ni a Jamia.

-No tengo relación con ella y..

-¿Y tu hijo? - pregunta antes de que Gerard termine de hablar, Frank se aleja caminando hasta el sofá, sentándose y mirando hacia la televisión, pronto se siente presionado. Gerard toma asiento junto a él.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2016 ⏰

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El odio hace al amor |Frerard| TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora