Capítulo 1

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Me desperté sobresaltada, otra vez ese horrible sueño recordándome la peor pérdida que he tenido en mi vida, recordándome como mi hermano Tom murió intentando salvarme. Me sequé las lágrimas que aún corrían por mis mejillas y tomé el celular para ver la hora. Son las 7.45, 15 minutos antes de que sonara la alarma, ya no valía la pena que durmiera de nuevo, asique me levante.

Me di una ducha larga, tomandome todo el tiempo que pude, para borrar esas horribles imágenes que trajo ese maldito sueño, o mejor dicho pesadilla. Me puse mi bata y me sequé el cabello, me miré fijamente en el espejo, mis ojos grises aún seguían tristes, después de dos años el brillo alegre que solían tener no había regresado. Pestañe varias veces, es tiempo de dejar todo atrás, mañana viajaría a Miami, a la universidad y comenzaría un nueva vida lejos de esta ciudad que tan malos recuerdos me traía.

Terminé de cambiarme, me había puesto unas calzas negras y un sweter beige bien abrigado, hoy sería la última vez que me tendría que abrigar tanto, aquí en Canadá siempre hacia frío y lo odiaba, por eso había elegido la universidad de Miami para seguir mis estudios a pesar de que sea tan lejos y de que mis padres hubiesen tratado de mil maneras de convencerme de que me quedara.

Bajé a desayunar y me encontré con mi madre preparando café.

- Buen dia- la saludé dándole un beso en la mejilla.

- Buen día, cariño ¿Café?

- Si por favor- me tendió una taza no tan llena de café para que pudiera añadirle un poco de leche. Me senté en la mesa y mi madre hizo lo mismo trayendo un plato de tostadas con queso.

- ¿Ya tienes todo listo Sophie?

- Si, ya esta todo empacado en cajas, igual no llevo muchas cosas, sólo lo necesario- y con eso me refería a mi nootebook, un par de libros, fotografías, ropa y algún que otro recuerdo.

- Esta bien. Hablé con tu padre anoche y me dijo que la casa de tu tía Natalie ya esta preparada para tu llegada, sólo tienes que pasar por el apartamento de él para buscar las llaves- mis padres estaban separados, después de la muerte de mi hermano todo se había puesto de cabeza en nuestra familia, mi madre comenzó a viajar por todo el mundo buscando superar tanto sufrimiento y mi padre se dedicó más que nunca a su empresa. Y así su amor se esfumó, haciendo que unos meses después ellos se divorciaran. Esta también era una de las razones por las que decidía irme, mi madre nunca estaba en la ciudad y mi padre siempre estaba trabajando, casi nunca los veía, además de que se que muy en el fondo me culpaban por la pérdida de su primogénito. Por eso quería cambiar de aires, empezar de nuevo, poder volver a ser yo misma otra vez.

- Si, hable con mi tía ayer y me dijo que ya le había enviado las llaves a papá, ella esta en África todavía y me dijo que habían extendido el trabajo de médicos sin fronteras por seis meses más, asique no volverá a Miami por un tiempo- mi tía Natalie es la hermana menor de mi padre, como yo se fue a Miami a estudiar medicina y al tiempo de terminar la carrera comenzó como voluntaria en médicos sin fronteras, por lo que la casa que le había comprado mi abuelo quedó desocupada y mi tía me la había dado a mi. Una sola vez viaje a Miami, cuando tenía 12 años y recuerdo que la casa era hermosa, estaba en la costa de la playa, pero cerca de la universidad, no podía pedir más.

- Me gustaría que tu tía estuviera allí, así no estas tan sola- los ojos de mi madre comenzaron a humedecerse.

- Mamá, no llores, voy a estar bien- no entendía como podía ponerse asi, de todas maneras ella nunca estaba en casa asique sería lo mismo. Le di un abrazo y un beso en la cabeza, cuando me alejé ella sonrió.

- Tienes razón, eres una muchacha muy fuerte, pero aún así quiero que sepas que puedes volver cuando quieras.

- Si mamá, lo se. Ahora me voy, tengo que pasar por la biblioteca a dejar unos libros y después iré a lo de papá.

Fui en el auto hasta la biblioteca, tenía que devolver unos libros que había sacado. Entre y en el mostrador vi a Rose, fue mi mejor amiga hasta que decidí alejarme de todos tras la muerte de mi hermano.

- Sophie ¿Como estas?- me saludó con una sonrisa.

- Estoy bien ¿y tu?- dije poniendo los libros en su escritorio.

- Muy bien, mi madre me dijo que mañana te vas a Miami a estudiar.

- Si, estoy muy ansiosa por irme.

- Espero que allá puedas olvidar, y dejar de culparte por algo que no tienes la culpa- otra vez recordándome mi tragedia, por eso preferí alejarme de todos, siempre teniendo compasión de mi, lástima. Eso hacia que me sintiera peor, que no pudiera superarlo.

- Vine a devolver estos libros solamente- dije seria, quería largarme de aquí cuanto antes.

- Lo siento So, se que es un tema complicado pero...

- Realmente no quiero hablar de eso, adios Rose- me di la vuelta y camine lo más rápido que pude hacia la puerta.

Me dirigí hacia el departamento de mi padre. Una vez adentro vi sobre la mesa una nota.

Tuve que irme a una reunión muy importante. Las llaves estan en un sobre en mi escritorio. Te veo en el aeropuerto en la noche. Besos

No se porque pero ya me imaginaba que el no iba a estar en su casa. Busqué el sobre con las llaves y fui hasta mi habitación. Busque debajo de la cama una caja que contenía algunas cosas que había guardado. Rebusque entre ellas hasta que encontré una cajita más pequeña que tenía una cadena con un colgante que tenía una piedra celeste brillante, me lo había regalado Tom, mi hermano en mi cumpleaños, la misma noche que el murió. Desde ese día nunca lo use, sólo lo guarde, pero creo que va a ser mejor llevarlo con migo, para recordarme cada vez que lo vea de que tengo que dejar todo atrás, y volver a ser quien era. Por el y por mi voy a seguir adelante.

Pasé el resto del día en mi habitación terminando de acomodar todo.

-Sophie, hija, ya es hora de ir al aeropuerto- me avisó mi madre apoyada en el marco de la puerta de mi habitación. Asentí y comenzamos a bajar las cajas para acomodarlas en el auto. Al cabo de un rato ya nos estábamos dirigiendo al aeropuerto.

Cuando llegamos no había ni rastro de mi padre, seguro que esa reunión se había extendido más de lo normal, ya estaba empezando a pensar que quizás el no llegaría a despedirme. Despaché mis pertenencias y me senté al lado de mi madre esperando la llegada de mi papá.

Paso una hora y por los altavoces anunciaron que mi vuelo ya estaba listo para ser abordado. Abrace a mi madre que no paraba de llorar.

- Mi querida niña, te voy a extrañar tanto. Lamento mucho que tu padre...

- No importa mamá. Seguro que tenía cosas más importantes que hacer- estaba muy enojada con el, no puedo creer que no viniera.

- No digas eso, sabes que para el eres lo más importante.

- Se nota- trate con todas mis fuerzas de que mis lágrimas no escaparan de mis ojos- mejor me voy, adios mamá- le di un beso en la mejilla- te quiero.

- Te quiero hija- y me alejé.

Cuando estaba en el avión y este despegó, pude ver la ciudad en la que crecí desde el cielo, llena de sentimientos, recuerdos, todo paso por mi mente. No pude evitar llorar en silencio, tratando de sacar toda la angustia que tenía oculta en mi pecho.

Alejate De Mi   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora