Del odio al amor

Epílogo

Habían pasado 3 meses, tres meses llenos de amor y felicidad. Hoy era nuestro primer día viviendo en nuestra nueva casa. Si, Hiram había terminado comprando una nueva casa. Hiram se acababa de ir al club, dejándome sola con Ricardo. Aunque prometio hablarme cada que pudiera. Esta semana me había estado sintiendo mal, como si estuviera enferma. Tenia terribles mareos y una náuseas irritantes. Así que había decidido ir al doctor, algo que no había consultado con Hiram. Hoy recibiría las pruebas. Maneje hasta el doctor, en donde inmediatamente me atendieron. El doctor me invito a sentarme, a lo cual accedí poniendo a mi hijo sobre mis piernas.

Doctor: Bien, señora Mier, usted esta mas que sana. Su presión esta a nivel, todo esta normal en su organismo. - sonrió

_____: Entonces porque es que me he estado sintiendo tan mal - fruncí el ceño, confundida.

Doctor: Señora. Usted esta embarazada.....

///9 meses después///

Me desperté a causa los estorbosos rayos de sol chocando contra mi rostro. Acomode un poco la camilla para poder sentarme bien. Hiram se encontraba mas allá en la habitación, mirando hacia dos pequeñas cunas ocupadas por mis bebés, si había tenido gemelas. Talle un poco mis ojos para poder ver mejor. Hiram se dio vuelta, sonriendo ampliamente al verme despierta.

Hiram: ¿Como te sientes? - beso mis labios cortamente mientras se sentaba a mi lado en la amplia camilla.

______: Cansada - Sonreí.

Hiram: ¿Ya las viste? - miro hacia las cunas.

______: No - negué

Hiram: Son hermosas. Aunque no se pueden distinguir. Son igualitas. - beso mi frente - No sabes lo feliz que me haces ______. Te amo - me sonroje.

______: No mas que yo - asegure. - ¿Y los chicos y los niños?

Hiram: Están en casa. Me acaba de mandar un mensaje Antonio diciendo que en unos minutos estarían aquí.

Los minutos pasaban rápidamente cuando se trataba de estar junto a mi esposo. Desayune un poco de fruta para después recibir a mi pequeño en brazos mientras Antonio Scarlett y Santiago admiraban a mis pequeñas.

Hiram: No lo cargues ______, solo sientalo a tu lado. - ordeno mientras se sentaba en el pequeño sillón de a lado.

Scarlett: Dios, son tan lindas - artículo enternecida

Antonio: Si quieres podemos empezar a hacer unas nosotros - le sonrió pícaro. Todos reímos mientras Scarlett se sonrojaba. - Saben, me sorprendió que Hiram no se haya desmayado esta vez - se burlo

Hiram: Que chistosito he - sonrió divertido

Scarlett: Ya ya. Bueno, iremos a desayunar algo con los niños. ¿Vienes Hiram?

Hiram: No, no yo me quedare con ______ - me sonrió

______: No cariño. Ve, anda. No has desayunado nada. - lo anime

Hiram: No ______, así estoy bien, - aseguro

_______: Hiram Ricardo Mier Alanís. ¿O vas, o te llevo? - advertí

Antonio: Huy, ya se puso brava - bromeo

Hiram: ¿Segura? - dijo no muy convencido. Asentí. - Esta bien. Ahora vuelvo - beso mis labios para después bajar a Ricardo de la camilla, sujetarlo de la manita y así comenzar a caminar hacia la salida hasta salir y dejarme sola. Pasaron 10 minutos, cuando volví a ver a Hiram entrar a la habitación.

______: ¿Tan rápido?

Hiram: No podía dejarte sola cariño - beso mis labios

_______: Exagerado - reí - Oye, puedes traerme a Alexa e Ivette? - me miro por unos segundos, para después asentir. Camino hacia ellas, para traerme a Ivette y ponerla suavemente en mis brazos. Regreso a la cuna y cargo a Alexa. - Tienes razón, son igualitas. - bese la frente de Ivette. - Esta vez me ayudaras a alimentarlas a media noche ¿Verdad? - lo mire