Capítulo 26: Tú Saltas...

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- Faltó llevar a cabo la segunda parte de la misión: debimos haber sobrevolado la mansión de Snow y haberle arrojado una bomba como recuerdo de nuestra visita -reflexiono luego de un rato de estar acurrucada con Peeta y le hablo a Gale y a Finnick, que están sentados frente al panel de comando-. El plan era matarlo a él también... hasta se lo dije a los avox...

Veo que Effie se sobresalta un poco y sorprende con mi idea de matar al Presidente Snow; claro, ella no es una rebelde, es una ciudadana del Capitolio. Pero no dice nada, supongo que entiende nuestros motivos, después de lo que le han hecho a ella también.

- No, Catnip, no hubiera resultado; en primer lugar porque este es un aerodeslizador para transporte de pasajeros, no un bombardero como los que arrojaron las... -se interrumpe al ver la mirada expectante de Peeta, escuchando con atención, luego Gale prosigue-. Y en segundo lugar, porque en cuanto nos hubiéramos acercado, si hubiera podido arrojar una bomba sobre Snow, y créanme que ganas no me faltan ni motivos tampoco, al hacerlo desactivaría el escudo de invisibilidad... entonces revelaríamos nuestra posición exacta y ellos nos habrían derribado. Porque tengan por seguro que para entonces ya se habían dado cuenta que les faltaba una nave y que no la pilotaban ellos. 

- ¿Entonces, el escudo de invisibilidad no es infalible? -le pregunta Finnick, extrañado.

- No, no lo es. El escudo hace que la nave sea invisible al ojo humano, pero no es indetectable para los radares, tanto en el Capitolio como en el 13, pueden ver los aerodeslizadores en la pantalla del radar -explica Gale.

- Deben de haber radares en la mansión y seguro le habrían avisado a Snow que saliera o se metiera a un búnker, mientras nos volaban en pedazos -saco por conclusión y Gale asiente.

- Exacto. Además, hay un defecto que no han podido eliminar en la fabricación de estos aparatos voladores: cuando apuntas al objetivo y aprietas el botón para dejar caer la bomba, se genera un impulso de corriente que pasa por todo el sistema electrónico de la nave... y entonces el escudo de invisibilidad pierde su eficacia hasta que la bomba es liberada, volviendo visible el aerodeslizador por unos 30 a 50 segundos -apunta Gale y luego añade, extrañado-: Lo raro es que no nos hayan seguido... 

"Tienen que bajar sus escudos de invisibilidad antes de soltar las bombas, esa es nuestra oportunidad", recuerdo haber escuchado decir a Paylor, cuando disparábamos a los bombarderos desde el tejado en el almacén del 8.

- Impresionante- exclama Peeta-. Sabes mucho de estos aparatos. Todavía no me creo que nos estás llevando al Distrito 13 en un aerodeslizador... después de robarles la nave prácticamente en sus narices -concluye y Gale sonríe un poco al escuchar lo último. 

- Sí, cuando te enseñé a manejar el jeep me di cuenta que no era la primera vez que manejabas, que ya sabías algo, te sentaste con soltura y decisión al volante, no como un principiante nervioso... y ahora resulta que sabes pilotar y sabes cosas que yo no tenía idea de estos aparatos -señala Finnick, también extrañado.  

- Porque yo estuve en entrenamiento especializado, Odair, mientras tú, Catnip y Johanna todavía estaban en el hospital. Aparte del entrenamiento común con armas y técnicas militares, yo pedí aprender a manejar y a pilotar -le contesta Gale-. Aunque no fueron muchas lecciones antes que me fugara con ustedes... sólo alcancé a tener tres lecciones de pilotaje, cuatro de salto en paracaídas y una de mecánica y teoría para manejar vehículos, ninguna de práctica... pero al menos sirvieron de algo.

- Buen, es que Gale es muy inteligente... puede aprender  cualquier cosa si pone atención y se concentra- señalo yo-. Gale siempre me ayudaba con algunas materias que me costaban en la escuela... él iba dos cursos más arriba y ya sabía mucho -les cuento a los demás.

Sinsajo HeridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora