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*Narra McKenzie*

Izan se levanta y sale corriendo detrás de Emma.

- ¡No, Izan, espera! - Izan sale y cierra de un portazo.

Me calzo mis converse negras lo más rápido que puedo y salgo corriendo.
Al final del pasillo primero Emma gira la esquina y después Izan. Yo los sigo corriendo lo más rápido que puedo. Hacía tanto tiempo que no corría que hasta me he asombrado de lo rápido que lo hago.

El suelo de madera bajo la moqueta del pasillo retumba en cada pisada que doy, e intento flexionar un poco las piernas para no hacer tanto ruido.

Llego a la esquina pero Emma e Izan han desaparecido. Me tomo unos segundos para tomar aire y reflexionar: Emma dijo que iba a avisar al Sr. Malone de inmediato, así que se dirigirán hacia el vestíbulo.

Corro, corro y corro; y en solo un par de segundos ya estoy ahí. Me paro y me apoyo en las rodillas cogiendo aire. Levanto la cabeza y Emma está hablando con el Sr. Malone. Izan está al lado intentando hablar pero su propio tío le corta cada vez que lo intenta.

- ¡Es mentira, todo lo que ella diga es mentira! - Grito, aunque estén a un par de metros de mi.

- No, lo que pasa es que... - Emma intenta seguir hablando pero le corto.
- Lo que pasa es que yo estaba buscando mis zapatos y al buscar debajo de la cama ese trozo de retrato estaba ahí debajo, ni Izan ni yo somos culpables de nada.

- Eso es mentira - Contesta Emma.

- Y tú que vas a saber, si has llegado más tarde - Respondo.

- Sea lo que sea - Empieza a hablar el tío de Izan con mucha parsimonia - hubiérais sido vosotros los ladrones o no, no me habéis avisado.

- No nos ha dado tiempo - Contesta Izan mirándome.

- Exacto, justo entró Emma en la habitación y se alarmó tanto que no dio tiempo ni de aclarar las cosas, salió corriendo antes de que nosotros pudiéramos... - Me explico.

- Bueno, ya que todo ha sido una confusión, y nadie sabe cuál es la versión verdadera, ninguno de vosotros será recompensado.

- Me parece bien - Digo.

- Y a mi - Responde Emma rápidamente.

- Y... - El Sr. Malone se lleva una mano a la cabeza, se rasca la oreja y me mira - hagamos un trato, Srta. McKenzie, si descubre alguna pista más informaré a su familia de que ya ha sido reeducada y podrá marcharse - Y antes de que pueda hablar, añade: - y, en cuanto a ti, Izan, no tendrás que volver a pisar este internado nunca más.

Izan me mira. A mi se me hace un nudo en el estómago. Quiero irme de este maldito internado lo antes posible, pero si acepto el trato traicionaría a Izan, y sería incapaz de hacer eso.

- Aceptamos - Contesta él.

- Muy bien, y esto - Arranca el trozo de retrato de la mano de Emma - me lo quedo yo - Vuelvan a sus habitaciones - Me giro y una mano me coge del brazo - excepto usted, Srta. Mckenzie.

Espero a que Izan y Emma se marchen para empezar a hablar.

- Qué quiere - Digo secamente.

- Quiero enseñarle unas grabaciones de esta misma mañana - Teclea un par de cosas y en la pantalla de su ordenador aparecemos los chicos del aula de castigados y yo. Saltando desde la cristalera, cayendo en el pasillo de las habitaciones de los profesores, huyendo de la Sra. Malone, bajando las escaleras, y escabuyéndonos entre el resto de los alumnos.

ONLY WORDS (editing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora