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*Narra Izan*

Me acerco y me agacho a su lado.

- Lo-los trozos... - Musito petrificado.

Ahí estaban. Delante de mis narices. Los trozos del retrato del Marqués de Northam. No me lo podía creer.

- ¿Y ahora qué? - Me pregunta Mc, como si le fuera a dar una respuesta coherente.

Yo cojo uno de los trozos y lo miro con detenimiento, pensando en cómo han podido llegar hasta aquí. Entonces recuerdo a las dos únicas personas a las que he traído hasta aquí: McKenzie y Emma.

- ¿Eso es una lágrima? - Dice ella mirándome fijamente. Supongo que lo dice porque nunca me ha visto llorar.

Ella me la quita rápidamente con la manga de la camisa.

- Nada, es que... aparte de ti, Mc... - Intento explicar.

- ¿Qué...?

- Que aparte de ti, Emma es la única persona a la que he traído aquí antes.

- Te refieres a que... - Se queda pensativa por unos instantes - ¿Emma es la que ha robado el retrato?

- Lo-lo más probable - Contesto y se me vuelve a caer otra lágrima sin yo quererlo. Mc me la limpia otra vez rápidamente con la manga.

- ¿Me explicas por qué lloras? Creía que Emma no era amiga tuya.

- Emma y yo estuvimos saliendo por un tiempo, la primera vez que llegué al internado - Mc abre los ojos como platos y por su reacción creo que me pongo como un tomate.

- Perdón, es que no me lo esperaba...

- Lo sé, odio contarlo pero es la triste verdad. Pocas personas lo saben, pero necesitas entenderlo.

- Vale, vale, te entiendo. Pero no llores por eso, todos cometemos errores. Tú lo cometiste con ella y ahora ella ha cometido uno muy grave. ¿Se cree que somos estúpidos o qué?

- Yo qué se - Respondo - pero, ¿cómo le vamos a explicar todo esto a mi tío? No nos creerá.

- Humm... - Mc se rasca el cuello pensativa - Necesitamos otro plan. El que acordamos ya no nos sirve.

~ ~ ~

Ya casi es de noche y vamos a paso rápido camino internado, con los trozos del retrato del Marqués de Northam entre nuestras manos.

Tengo miedo. Miedo por lo que pueda pasar ahora. Puede que mi tío se crea toda la trola que Emma vaya a contarle y nos deje aquí encerrados en esta mierda de internado otro trimestre más. O tal vez puede que Mc encuentre las pruebas necesarias para convencer a mi tío de que no hemos sido nosotros los ladrones, sino que ha sido el bicho de Emma.

Aunque tal vez la mejor opción sea la primera. El tiempo en el internado se me ha pasado volando desde la llegada de McKenzie, y no me importaría quedarme más tiempo si es junto a ella.

Además, no se si podría soportar estar lejos de Mc... Aunque ni si quiera se dónde vive. He pasado demasiado tiempo con una persona que apenas conozco. Supongo que es lo que me mantiene vivo, el poder estar junto a alguien que no te está haciendo preguntas constantemente y que no te presiona. Supongo que es lo que la hace diferente.

Siento que estamos tan cerca como dos extraños que se acaban de conocer. Todos los días con ella son iguales.

Estamos bajando por el hueco de la cristalera cuando oigo las voces de los chicos.

- ¡Ya era hora! - Grita Owen - ¿Estáis locos? ¡Creíamos que os había pasado algo!

- Ha venido "La Miope" hace quince minutos a avisarnos de que ya podemos ir a cenar - Nos informa Isa - ¡Suerte habéis tenido de que no se ha dado cuenta de que faltaban dos personas!

- Seguro que os ha confundido con el armario... - Musita Daniel riéndose.

Bajo de un salto en el suelo y McKenzie me imita. Soltamos los tres trozos encima de una mesa. Al principio, el plan era no contarle a nadie nada si encontrábamos los trozos del retrato, pero a Mc y a mi no nos ha parecido tan malo enseñárselos a los chicos, no son mala gente y tenemos confianza con ellos.

- No jodas - Dice Hugo con una media sonrisa mientras se levanta de la silla - No jodas, no jodas, no jodas...

- ¡Hala! - Exclama Isa - ¿Dónde los habéis encontrado?

- En la cabaña que hay cerca del tren - Le contesta Mc.

- ¿Y qué hacíais allí? - Nos pregunta Isa con picardía.

Mc le lanza una mirada asesina.

- Vale, vale... ya me callo... - Dice levantando las manos.

- ¿Y qué pensáis hacer? - Interviene Daniel.

Miro a McKenzie, como si pudiera encontrar una solución en sus ojos. Y ella parece hacer lo mismo. Y después de unos segundos parece encendérsele la bombilla.

- ¡Ya se! - Exclama.

- ¡Qué sabes! - Le sigue Isa.

- Mañana estáis todos castigados, ¿no?

Todos contestan un "sí" menos yo.

- Muy bien. Escondemos los trozos en el tejado, justo al lado de la cristalera, y... - Mc mira el reloj que hay encima de la pizarra - ahora en la cafetería os cuento el resto.

~ ~ ~

Llegamos a la cafetería y nos dividimos en dos mesas separadas, para que nadie sospeche nada. En mi mesa estamos Mc, Isa y yo. Y en una mesa a unos 6 metros, cerca de la barra, están Daniel, Hugo y Owen.

- Muy bien - Dice Mc en voz baja -, Izan y yo hemos pensado que tú y el resto podríais formar parte del encuentro del retrato - a Isa se le iluminan los ojos - Ya que nos habéis ayudado, en parte, a encontrarlos.

- Yo estoy de acuerdo - Dice intentando ocultar su emoción.

- Pero no podemos decir que lo hemos encontrado en la cabaña - Le advierto - Está prohibido salir del internado.

- Así que podemos asignar cada uno de los tres trozos a una pareja. Un trozo será nuestro - Nos señala - Otro será tuyo y de Hugo, y otro de Owen y de Daniel. Tendremos que decir que cada uno se lo ha encontrado en su habitación, en el armario.

- Vale - Responde Isa -, pero hay un problema.

- ¿Cuál? - Pregunto.

- Aparte de Hugo y yo, en mi habitación hay otro chico.

- No tiene por qué enterarse - Susurra Mc - Que el trozo no pise vuestra habitación, recogedlo del aula de castigados mañana por la mañana y entregádselo directamente al Sr. Malone.

- Le iremos dando los trozos a lo largo de la mañana - Interrumpo - Hugo y tú se los daréis antes del desayuno, Owen y Daniel justo después, y nosotros a la hora del almuerzo. ¿Entendido?

- Entendido - Responde Isa dedicándome una sonrisa.

- Les escribiré lo que tienen que hacer a Owen y a Daniel en una nota - McKenzie saca del bolsillo del pantalón un trozo de papel y un lápiz - Isa, cuéntale todo el plan después a Hugo, ¿vale?

- Vale.

A los pocos segundos Mc se levanta con su bandeja, para colocarla en la barra. Pero pasa por la mesa de Hugo, Daniel y Owen, y les deja la nota.

ONLY WORDS (editing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora