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¿Internado Western? —pienso algo confusa.

Leo esta misma frase una y otra vez, pero por más vueltas que le doy, mi cabeza sigue sin encontrar algún modo posible y pequeñamente creíble del que entenderlo.

¿No estarán intentando llevarme a un internado? No creo. Conozco a mis padres y no son capaces de hacerme esto.
Muchas personas pueden decir que soy algo rebelde o descontrolada pero un internado es demasiado para mi.

Me siento en el sofá y empiezo a leer más sobre esta página de internet para informarme:
"Internado Western es un centro para reeducar a aquellos chicos/chicas que..."

~ ~ ~

Escucho cómo una llave nerviosa abre la puerta de casa.
Me he quedado dormida en el sofá leyendo la página web.
Mi cabeza apoyada en el respaldo del sillón intenta enderezarse y aparto el ordenador que había permanecido en mi regazo durante todo este tiempo.

Empiezo a abrir los ojos y veo a mis padres que acaban de llegar.
Mi madre se sorprende al ver que tengo el ordenador en mis manos.

Ella se acerca a mi. Tengo la intención de preguntarle infinidad de cosas sobre aquella página web, pero la única frase que consigue traspasar mi boca es:

—¿Internado Western? —pregunto sin expresión alguna en la cara.

Con preocupación, mi madre se sienta junto a mi y empieza a explicarme:

—Verás McKenzie... tu padre y yo habíamos pensado que durante un tiempo te vendría bien instalarte en el centro Western.

Empiezo a asustarme. Es verdad eso que pensé anteriormente pero que me había parecido poco posible en un tiempo atrás.

— Es un centro donde reeducan a niños y niñas de tu edad...

— Lo sé, he estado leyendo antes la página —digo mirando fijamente al ordenador, sin expresión alguna.

Se produce un silencio que rompo con la única pregunta que me interesa de todo esto:

— ¿Cuándo salimos?

— Verás... —mi madre se quita su reloj y empieza a jugar con sus correas metálicas— sé que deberíamos de habértelo dicho antes... pero no te enfades... ten en cuenta que lo hacemos por tu bien... —se recrea.

— ¡Venga ya mamá! —grito histérica— Deja de tomar tiempo y responde a la pregunta que te he hecho: ¿Cuándo salimos?

— Mañana.

— ¡¿Mañana?!

Mi madre asiente con la cabeza.

— ¡No! ¡Me niego a ir!

— Lo siento McKenzie, la decisión ya está tomada. Tu padre y yo lo hemos hablado y ya no hay vuelta atrás.

— ¡Pero no puede ser mañana! ¡Tengo clases mañana!

Mi padre llega y se mete en la conversación sin que nos demos cuenta.

— Ya hemos hablado con tus profesores y les parece bien. Ellos también tiene la guerra perdida contigo.

Miro a mi padre con cara de cordero degollado.

— No me mires así, como ha dicho tu madre, la decisión ya está tomada.

Miro a mis padres enfadada, ya que mi cara de cordero degollado no ha funcionado.

— Yo que tú iría a preparar las maletas, el avión sale a las diez de la mañana —dice mi padre—. No hay tiempo que perder.

Subo a mi habitación, enfadada, bastante enfadada, y empiezo a hacer las maletas para mañana.

Meto algo de ropa, libros para el aburrimiento, mis auriculares para el viaje...

No me puedo creer que mis padres me hagan cruzar medio continente para ir a un internado.

A saber en qué estaría pensando el que creó el internado. Lo podría haber construido algo más cerca de Sydney.
Aunque la verdad, no me importa demasiado irme, ya que: mis padres no me quieren aquí, mis mejores amigos están enfadados conmigo...

Por lo que estoy viendo, soy demasiado problema para la gente; y no pinto nada aquí.

ONLY WORDS (editing)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora