Capítulo XXXIV. ♡

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Antes que nada, por favor, díganme que pueden leer esto. Mi móvil está como loco y no publica nada.

﹏﹏


| Narra ___. ♡

El sonido de una alarma interrumpió lo que tendría que haber sido un sueño. Aún medio dormida busqué el reloj-despertador y lo apagué. Era raro; no escuché el dulce gutural de Andy Biersack al despertar. En su lugar un horrendo "Bip, bip, bip" sonó por toda la habitación.

El calor inundaba mi cuerpo. Pero no era el calor habitual con el que despertaba todas las mañanas. Era ¿reconfortante?, no lo sé. Solo sabía que era la mejor sensación que había experimentado. Aún sin abrir los ojos, intenté levantarme de la cama, pero una cosa pesada reposaba en mi vientre. Bajé la mano, buscándole forma, y era un brazo.

¡¿Un brazo!?

Abrí los ojos de golpe. No reconocí el espacio en el que me encontraba. Era obvio que estaba en una cama, lo supe gracias a lo suave de la superficie en la que estaba recostada, pero de ahí en fuera, nada se me hacía conocido. Un leve ronquido sonó de tras de mi. Un poco asustada, giré para ver de quien se trataba, y vaya sorpresa que me llevé: Guilbert, dormido y amarrado a mi cintura, como si fuera lo más normal del mundo.

No sabía que hacer, tenía ganas de gritarle con todas mis fuerzas. Pero en el fondos, quería quedarme así, contemplando su semblante relajado. Mi mente le ganó a mi cuerpo, y me acomodé frente a él. Se veía tan lindo dormido, aunque el delineador de sus ojos estuviese un poco corrido. Mi mano viajó hasta quedar a milímetros de su mejilla, estaba indecisa sobre tocarlo o no. No sabía si contaba con el sueño pesado. Sin poder resistirme, con mi dedo índice, comencé a trazar sus bien definidas facciones. No me había dado cuenta de que es más atractivo de cerca.

Al memento de recorrer el contorno de sus labios y pasar por el par de aros que tenía en el inferior del lado izquierdo, sentí que dio un respiro profundo, que indicaba que estaba despertando. Alterada, lo único que atiné a hacer, fue cerrar los ojos y esperar a que las cosas pasarán.

| Narra Johnnie. ♡

Sentí el tacto de algo frió sobre mi cara. Al principio no le tomé importancia, pero cuando vagaba por mis labios, sentí un extraño cosquilleo y abrí los ojos lentamente.

Al hacerlo, la imagen más linda y confusa invadió mi visión. Mis brazos estaban al rededor de ___, que dormía plácidamente. Su mano reposaba frente a su rostro y no pude resistirlo; saqué mi brazo de su cadera y entrelacé mis dedos con los suyos. Un mar de sensación recorrieron mi columna.

De un momento a otro ella despertó y rápidamente, retiró su mano de mi agarre. Me miraba con desconfianza, como si lo-que-sea que hubiese pasado fuera mi culpa.

Bueno, en teoría si lo era. Pero solamente la llevé a la cama porque no supe que otra cosa hacer.

- ¿Qué estoy haciendo aquí? -preguntó.

- Te quedaste dormida y y...

- Eso lo sé. Lo que no sé es: ¿por qué estoy en...

- ¿Mi cama? -pregunté riendo.

- Si -miró hacia otro lado-. Tu cama.

- Yo te traje aquí.

- Y ¿por qué no me despertaste? -dijo irritada.

Se sentó y colocó sus manos sobre su rostro. Tenía los ojos hinchados y el cabello despeinado, pero aún así, la veía tan linda como siempre.

Espera, ¿linda? ¿que pasa conmigo?

| Vuelve ___. ♡

No importaba que no hubiera regresado a casa por la noche. Si no, que no recordaba era que había hecho en el transcurso de esta. Guilbert dijo que me quedé dormida y él me trajo a la cama, eso estaba claro, mi pregunta era: ¿qué hacía él allí?

Sí. Debía admitir que esa noche no tuve pesadillas o algún ataqué como frecuentaba, pero no era por él, ¿o sí?

Salí de la cama.

- Necesito ropa.

- ¿Y qué es lo que traes puesto? -preguntó obvio.

- No seas idiota. Ropa limpia. No pienso ir así a clases -sé que sonaba un poco caprichoso pero, vamos, a nadie le gusta ir dos días seguidos con la misma ropa al colegio.

Me arrepentiría de esto- ¿Podrías prestarme una polera?

- ¿Me estas pidiendo un favor?

- Olvídalo, ¿quieres? -dije dirigiéndome a la puerta.

- No, no -tomó mi hombro-. Claro que te la presto.

Sonreí.

- ¿Puedo usar tu ducha?

- En esa puerta.

- Gracias.

Entré al cuarto de baño, y comencé a quitarme la ropa. Ni siquiera me molesté en ponerle el seguro a la puerta. Giré la llave del agua y mientras esperaba que esta se templara, lave un poco mis calcetines y bragas. Podía usar un sostén dos días seguidos, pero la parte de abajo, no. Los acomodé junto a las toallas para que secaran. Coloque mi demás ropa sobre el WC.

El agua ya estaba lista y estaba a punto de entrar cuando la puerta se abrió. Mierda.

﹏﹏

¿Cuántas veces debo decir "Lo siento" para no morir?

Aquí les traigo el capítulo treinta y cuatro. Perdón si es muy corto o aburrido.

Les tengo tres preguntas:
1. ¿Quién espera el EP de Bryan "Follow Your Dreams"?
2. ¿Quién más está triste por no poder ir al MDE Tour?
3. ¿A alguien le gusta "Mentes Criminales"? Si sí, ¿leerían un fic de Spencer Reid y la Raya escrito por mi? Solo tengo la maqueta, pero espero subirla pronto.

Voten sí les gustó.
☆+✔=★
Comenten si extrañaron que actualizara.
↗↑⇧↖=☺

Me despido.

Recuerden #StayHappyNotCrappy, life's a bitch, don't quit!

~Breen

why do bridges love suicides? (j.g.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora