Capítulo XI. ♡

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|Narra Rayita.| ♡

Bajé del auto buscando mis llaves, entré a casa con la pequeña esperanza de encontrar a Jessica sentada en el sofá esperandome para escuchar como me fue en mi primer día.

Lo sé, patético ¿No?

Al contrario de mi deseo, recibí la noticia había salido a una junta importante, segun palabras de Alice, la muchacha que trabaja aquí.

Le dije a Magda (la cocinera) que había comido de más en el colegio y que no tenía hambre. Subí a mi habitación y me encerré en esta.

No tenía ganas de nada. No tenía ganas de comer, de moverme, de dormir. Ni siquiera de respirar.

Un sentimiento muy conocido recorrió mi garganta y llegó a mi pecho, y sentí como si un globo se estuviese inflando dentro de este.

Me dirigí al baño a buscar en la repisa detrás del espejo las pastillas que la "Doctora Especialista en estos Casos" se encargó de darme.

¡Diablos! Se terminaron. Olvide que en mi último ataque de nervios me dio por tomarlas todas. No importa, solo eran ocho. No hicieron mucho daño.

Me sostuve del lavamanos y alce la cabeza miedosa de lo que el espejo me pudiera decir.

Abrí los ojos deseando no haberlo hecho.

Ojos llorosos, el rimel corrido y el cabello despeinado. Me doy asco.

-Eres fea y estúpida.
-Todos estarían mejor sin ti.
-Eres un desperdicio de oxigeno.

-¡CALLENSE!

Grité con desespero y arojé lo primero que estuvo en mis manos hacia el espejo.

Este se rompió y cientos de pedazos cayeron al piso. Tomé uno de esos espejitos y comencé a jugar con el entre mis dedos.

¿Qué importa? Nada. ¿A quién le importa? A nadie.

Primer corte, impotencia.
Segundo corte, culpa.
Tercer corte, ya no puedo con esto.
Cuarto corte, ¿Por qué no?

Lagrimas saladas caían por mis mejillas, no podía con ese maldito globo alojado en mi pecho. Me asfixiaba.

Diez, once, quince y perdí la cuenta de cuantos cortes llevaba.

Cuando me dí cuenta, ya estaba tirada en el piso rodeada de un espejo partido en mil pedazos.

Cambio de mano, mi brazo derecho estaba lleno, decorado de lineas rojas, profundas y punzantes.

Intenté quitar el cabello sudado de mi frente utilizando el antebrazo. No lo logre, regresó al mismo lugar como si de dos polos opuestos se tratase.

Aqui voy.

La punta del objeto que sostenía fue brutalmente enterrada en mi estómago.

Un liquido caliente comenzó a resbalar entre mis dedos, sangre, era todo lo que podía distinguir.

Una superficie plana y fría chocó con mi cabeza creando un ruido sordo. Mis ojos se cerraban y mi corazón no podía estará mas alegre.

Golpes de desesperación inundaron mis oídos. El sonido de de la cerradura quitando el seguro y un grito ahogado por parte de Alice fueron lo ultimo que escuché antes de que todo se volviera oscuridad. Linda y dulce oscuridad.

•Hola, aqui esta el capitulo once.

Sé que lo prometí ayer, pero mi mamá me castigo y me quito mi celular pero... ¡YA LO TENGO DE VUELTA!

Hoy son 479 palabras. Lo sé, es muy poco. No me odien.

Disculpen si esta depresivo el capítulo. Necesitaba un poco de drama. La vi un poco aburrida.

Siguiente capítulo ya sale Johnnie. ♡

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¿Soy la única que creé que Khonnie es real? ♡.♡

Sin más que decir, se despide su fiel servidora.

Recuerden
#StayHappyNotCrappy life's a bitch, don't quit!

~Breen.

why do bridges love suicides? (j.g.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora