Capítulo XXXIII. ♡

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| Narra Johnnie.| ♡

Verla así, tan frágil, tan vulnerable, me hacía querer protegerla de todo lo que le pudo haber pasado, de todos los fantasmas que traía consigo.

Estaba sentada en el piso, con la espalda recargada en el sofá. Me acerqué a ella y me senté a lado suyo, esperando a que, si deseaba hablar, lo hiciera sin tener que forzarla a hacerlo. Si respiración era muy agitada, y su llanto no cesaba. La única cosa coherente que se me ocurrió en ese momento, fue dar leves caricias en su espalda, como señal de comprención, o apoyo. Mi fuerte nunca fue el consuelo.

Varios minutos después, ya estaba más calmada y me aventuré a buscar su mirada, tomando con cuidado de su mentón.

- ¿Por qué? -preguntó aún con la mirada baja.

- ¿'Por qué', qué?

Limpió con brusquedad sus mejillas, dejando rojo en la parte inferior de sus ojos.

- ¿Por qué te preocupas por mí?

- Porque... te quiero. -no, yo no pude haber dicho eso.

- Eso no es cierto. -dijo clavando sus hermosos ojos castaños en los míos.

- Claro que si. Si no fuera así, no te lo diría.

Pareció reflexionar en mis palabras y sus ojos se humedecieron una vez más.

| Narra ___. | ♡

Esa afirmación me llegó por sorpresa. Él no podía quererme, no debía quererme. Ni siquiera yo me quiero, ¿por qué él sí?

Bajé la vista una vez más y mi corazón comenzó a palpitar tan rápido, que puedo jurar que Johnnie podía escucharlo. Un nudo se estaba formando en mi garganta que me impedía seguir respirando. Fue entonces que me abalance sobre él y comencé a llorar como una estúpida.

Eso era, así me sentía por demostrarle que soy débil, que necesito el apoyo de alguien, por mínimo que sea. No tardó mucho en devolverme el abrazo. Comenzó a dibujar círculos en mi espalda con sus dedos, como en forma de consuelo, aunque, seamos sinceros, no lo merecía.

Pocos segundos después, noté que estaba acostada en su regazo, sollozando. Él, solo daba leves caricias en mi espalda, supongo que ya debía estar cansado de hacer eso. Parecía que llevaba horas en esa posición, hasta que, caí en un profundo sueño.

| Narra Johnnie. | ♡

Sentí que la respiración de ___ se normalizaba y poco a poco, se volvía pesada. Se había quedado dormida en mis brazos… bueno, en mis piernas. Estaba alterado, no sabía que hacer. La idea más racional que se me vino a la mente fue despertarla, pues, según el reloj de la pared, ya eran pasadas las nueve y ella tenía que ir a casa o tendría problemas.

- Oh, vamos, ¿qué te importa si tiene problemas?

Me importa.

- No entiendo por qué.

Yo tampoco... espera.

¿Me estaba volviendo loco? Tenía una pelea mental, ¿conmigo mismo? Era algo que jamas había experimentado. La palabra 'extraño', lo definía a la perfección.

No me atreví a despertarla, por temor a que el sentimiento que había tenido minutos antes de que callera en brazos de Morfeo, reviviera. Con mi cerebro maquinando las posibilidades, decidí llevarla a mi habitación y que se quédese allí, hasta que despertara. Con cuidado, la tomé en mis brazos e instantáneamente, se acurruco en mi pecho. Me daba la impresión de que era más frágil que el cristal y más delicada que una rosa… aunque no lo fuera.

why do bridges love suicides? (j.g.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora