NO TE ODIO

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La sensación de quemazón, picor y ardor propagándose por las paredes de su garganta obligaron a Hermione abrir los ojos de golpe.

Tenía sed.

Empezo a removerse y un pensamiento central invadió cada parte de su cerebro.

Sus bebes, sus bebes, el dolor, el retorcijon en la parte baja de su vientre. Trato de levantarse pero unas suaves manos tan suaves como los pétalos de una peonìa y frías como el hielo rozando la piel desnuda de sus brazos la detuvieron, obligándola a quedarse quieta.

Hermione levanto la vista. Sus ojos color castaños se toparon con un par de brillantes ojos grises tan brillantes como la luna y las estrellas que podían apreciarse a través del enorme ventanal de la enfermería.

Se hallaba en la enfermería tirada en una cama ¿Cómo había llegado ahí? rápidamente llevó ambas manos a su vientre creyendo encontrarlo plano pero no. Un enorme bulto se encontraba tras la tela blanca de  bata  para enfermos que llevaba puesta.

—Están bien —aseguro Malfoy tomando, del pequeño velador blanco, un recipiente que contenía agua y sirviéndola en una copa —ten —le entrego la copa a Hermione quien se semisento en la cama.

Hermione observo la copa por unos instantes.

—El agua no está envenenada si eso crees —informo Malfoy tomando asiento en una silla de madera que se hallaba a escasos centimetros de la cama de fierro donde se encontraba Hermione.

—Nunca creí eso —respondió  estudiando a Malfoy, quien llevaba puestos unos pantalones y chaqueta color negro. En el regazo llevaba "el diario" de tapa azul.

Tomó todo el líquido que relajo notablemente el ardor de su garganta,  deposito la copa encima del velador junto al recipiente y la pequeña lámpara de aceite encendida.

— ¿Cuánto tiempo estuve aquí? —pregunto.

—tres días.

— ¿tres días? —el rostro de Hermione se desencajo mostrando terror.

—no te preocupes Granger,  estoy seguro que San Potter y la Comadreja te pondrán al día con los deberes.

— ¿ellos saben de mi embarazo? —pregunto en un susurro cargado de culpa por tener que esconderles algo tan importante a sus amigos.

—No aun no lo saben —respondió  —por cierto tuviste una amenaza de aborto según Madame Pomfrey se debió a estar bajo mucho estrés  —suspiro — ¿Por qué no me dijiste lo que Dumbledore te dijo de la supuesta profecía?

—No creí que te importara —respondió Hermione bajando la mirada hacia su vientre y acariciándolo delicadamente  —a ti no te importan.

Malfoy se removió inquieto en la silla.

—Dumbledore cree que este diario es un cierto tipo de “diario del futuro” que muestra los acontecimientos más importantes que marcaron la vida de Hyperion y quizá fue dejado por el mismo en este tiempo con la esperanza de cambiar o advertirnos algo del futuro, la pregunta es ¿qué es lo que desea que cambiemos? —Malfoy esbozo una sonrisa torcida —ya imagino que —agrego.

—¿volviste a ese lugar con aspecto de una gran mansión? —pregunto Hermione.

—no, por mas extraño y patético que suene solo se puede viajar a esa época, cuando los dos juntos tomamos el diario. Estuve leyendo un poco, los niños sí que tienen carácter —dijo con orgullo.

—oh claro —dijo Hermione, su vientre soltó un fuerte rugido —tengo hambre —confeso con la mejillas sonrojadas de vergüenza —mataría por comer un trozo de pastel de chocolate y calabaza, tarta de melaza, budín Yorkshore y una enorme empanada de calabaza —pensó en voz alta.

Embarazada de Draco Malfoy《EN EDICIÓN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora