Ideas de Porcelana

Estados Alterados

- ¡Dónde carajos te has metido Porcelana, le he dado mil vueltas a la feria, me tienes preocupada!

- ...

- ¡¡Porcelana!!

- Estoy con Effy.

- ¿Quién es esa? ¿Estas en los Juegos del Hambre?

- Lol, estamos bajo las gradas que hay tras la ruleta, pero calmate.

- Me calmaré cuando te vea, eres una perversa que me dejó tirada por ahí por una drogadicta infeliz, me debes un té.

- Hecho.

**

- Éxtasis, LSD, GHB... Es lo que hay, azules, coloridas y blancas, respectivamente - Sora y yo compartimos miradas, Effy hablaba de esas drogas como si fueran su desayuno diario, una punzada de adrenalina estaba atravesada en mi pecho, Sora se ha negado rotundamente, yo... Estoy dudosa - hablen ahora o callen para siempre.

- Esto es una idiotez, vamos Porcelanita, a esta tipa le falta un tornillo - tomo su mano para detenerla, me ha mirado con asombro - no pensarás quedarte...

- Quiero quedarme - hay tristeza en sus ojos - no puedes irte y dejarme aquí sola.

- Claro que puedo, te conozco hace una semana, puedo vivir sin ti.

- Yo no... Sé que no te irás, quédate, te lo pido Cielo, esto es algo que no podré experimentar después, mi vida va a cambiar, sé que será para mal... - mi ojos se han llenado de lágrimas, qué patética excusa - las mías son las coloridas, escoge unas, Effy las ingiere cual cereal - aun está desconcertada y yo... Estoy estúpida.

- Mi Porcelana... Eres tan frágil, no quiero nada, sólo te cuidaré y luego te llevo a casa.

- Es la primera vez que pruebo LSD, bueno... Es la primera vez que pruebo una droga.

- Será mejor que te calles o te saco de aquí así sea a rastras - beso su frente, ha suavizado su expresión, tomo tres pastillitas, dos rosadas y una violeta - cuando veas a los unicornios apretas mi mano - asiento.

Uno, dos, tres... Ya no hay mundo real.

**

He despertado envuelta en un edredón blanco, no estoy en mi cama, de hecho, no estoy en mi casa, hay una pila de pañuelos sucios junto a la mesa de noche, están manchados de sangre...

- ¡Sora! - grito en llanto, ella ha salido del baño envuelta en su toalla, hay sangre en el suelo del baño también - ¿Qué ha pasado?... ¡Lo lamento! ¡En verdad, lo siento! - mi llanto no me deja hablar, me siento tan avergonzada, Sora tiene una mirada comprensiva, pero sé que está decepcionada...

- Primero toma una ducha, te preparé la bañera, está tibia, te contaré mientras - las burbujas de jabón se han llevado los moretones de mis piernas, Sora está sentada a mi lado sobre un pequeño cojín - en efecto viste los unicornios... Pero luego tuve que traerte a casa, estabas convulsionando, tu nariz estaba hecha un desastre, jamás en mi vida había visto tanta sangre, me puse muy nerviosa, metí prácticamente mi mano en tu garganta, vomitaste esas cosas horribles y luego pudiste regresar a la normalidad... Perdoname si te agarré muy fuerte, vi las marcas de tus piernas y de tus brazos, ¿ya te sientes mejor? - estaba llorando - no vuelvas a hacer eso, ya bastante tengo con saber que tienes una enfermedad, no quiero que mueras por estúpida.

- ¿Por qué me has tomado tanto cariño Cielo?

- Eres el desastre que le hacía falta a mi vida monótona.