Sherlocked (BBC Sherlock & Tú).

Capitulo X

Sherlock y yo nos encontrábamos en un taxi camino al funeral de Georgina, él llevaba la cruz de rosas con las zapatillas de balett pegadas. A diferencia de otras veces, Sherlock y yo estábamos bastante juntos. Nuestras piernas rozaban. Pude sentir cómo me sonrojaba. Miré hacia la ventana con la boca abierta... Él comenzó a acercar la mano hacia la mía, lenta y "discretamente", lo miré de reojo, a lo que se quedó quieto. Sonreí para mis adentros y le ayudé acercando mi mano. Finalmente la tomó, entrelazando nuestros dedos. Me miró con una enorme sonrisa, que desapareció segundos después.> 

(...)

Finalmente llegamos, Sherlock colocó la cruz con las zapatillas en la entrada, dónde era visible para todos. Nos paramos a una distancia considerable, mirando a todos los invitados. Unos minutos después, nos topamos con el Duque de Marlborough mirando fijamente las zapatillas. Codeé a Sherlock, llamando su atención. Bajó la mirada, topándose con la mía.

— Por allá.— apunté con la cabeza al duque. 

— No..— negó con la cabeza.— Él no puede ser, es quién acudió a nosotros.

Asentí con la cabeza y seguí mirando aquella cruz. No había nadie sospechoso. Nadie miraba con deseo, o miedo las zapatillas. No teníamos ningún sospechoso. Miré a Sherlock, quién se veía notablemente frustrado. El funeral acabó, así que comenzamos a caminar hacia la salida. De pronto, mi móvil comenzó a sonar. Abrí los ojos, sobresaltada. Lo saqué rápidamente, ya que tenía un tono bastante alegre para un funerl, y contesté.

— ¿Qué coño quieres, Lestrade?!— dije susurrando.

— Jane, hemos encontrado a Imogen Hellhourton.

Bajé el teléfono con la boca abierta, Sherlock me miró fijamente con el ceño fruncido. 

— Le han encontrado.

(...)

Sherlock y yo nos encontrabamos corriendo hacia Scotland Yard, dónde se encontraba Imogen Hellhourton,  la ex-secuestrada del asesino. Llegamos rojos y con la respiración agitada, Lestrade nos dirigió rápidamente a la sala de interrogación, esa la que tiene el espejo raro. Dentro de la sala, se encontraba Imogen. Se veía dócil, pálida, temerosa. 

— Le preguntaré que ha pasado.— dijo Sherlock rápidamente. 

— Ni de broma.— espetó Lestrade. — Acaban de liberarla, lo último que necesita es que un psicópata la interrogue bruscamente.

— ¡Sociópata altamente funcional!— exclamó Sherlock, molesto. 

Un silencio inundó la habitación, nadie hablaba. Así que yo lo hice. 

— Yo iré. — dije naturalmente.— Yo hablaré con ella. 

— Bien.— dijo Lestrade después de unos segundos de silencio.— Es un mejor plan.

Abrió la puerta de aquella fría y sólida sala, Imogen me miró de reojo, a lo que yo sonreí levemente. Me senté frente a ella y tocí para aclarar mi garganta. 

— Hola, Imogen...Me llamo Jane Watson. Umm...bien...Necesito que me contestes algunas preguntas, para poder atrapar al hombre que te hizo ésto. ¿Puedes hacernos ese favor? 

Ella asintió levemente. Su frente sudaba frío, sus manos temblaban, y sus ojos parecían oscurerse cada vez más. Tartamudeó un poco ántes de poder hablar:

— Tómate tu tiempo, Imogen. 

Ella me miró, por fin noté su cara relajarse. Suspiró pesadamente y comenzó a hablar.