Capítulo 6

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            Era la primera vez que Allegra decía esto a alguien que no fuera él. No confiaba en nadie excepto en él pero si le contaba eso a la joven licántropo, sus razones tendría.

            Desde que ella lo había salvado de morir de difteria durante la Segunda Guerra Mundial, se había convertido en su confidente, en el que confiaba todos sus problemas con los vampiros del aquelarre. Le había contado exactamente lo mal que lo pasaba cuando los vampiros mayores la trataban con cierto desprecio llamándola Princesa pero no con respeto sino con desdén dejando claro su aversión a los medios vampiros como ella.

            -Intento sacar algo positivo de eso porque me hace más fuerte y por lo menos yo puedo salir bajo la luz del sol, ellos no- decía ella con una sonrisa cada vez que se veía afectada por algún tipo de problema relacionado con los vampiros.

            Realmente le había confundido que ella le hubiese contado sus problemas a una desconocida como esa joven y sobretodo sabiendo que es una loba, su mayor enemigo.

            Luego estaba ese chico al que intentaba por todos los medios mantener alejado de Allegra. Su nerviosismo era palpable y su mirada transmitía algo que no le gustaba para nada.

            La joven loba, en cambio, parecía ser todo lo contrario al chico. Era muy dócil y parecía sufrir casi tanto como Allegra.

            -¿Eres medio humana?- preguntó la chica.

            Allegra asintió y sonrió levemente.

            -Como puedes ver, a pesar de ser de especies distintas, no somos tan diferentes, el peso de cuidar de los nuestros nos cae a ambas sobre nuestros hombros, lo que nos conlleva a querer lo mejor para ello a pesar de que a mí me desprecien de esa manera.

            -¿Qué pretendes decirme con eso?

            -Que ambas queremos el bien para con los nuestros y se me ocurre que haciendo una alianza podamos conseguir encontrar al culpable de estas desapariciones.

            Todos allí la miraron sorprendidos.

            -¿Te has vuelto loca, Allegra?- le preguntó su confidente.

            -No, Dreck, estoy más cuerda que nunca.

            -Yo no diría que está muy cuerda- dijo Kyle claramente sorprendido.

            Jaelle miró a Allegra sin comprender muy bien su proposición.

            -¿Por qué quieres una alianza?

            -Muy fácil. Si nosotras debemos cargar con el peso de velar por la seguridad de los nuestros, la mejor forma de hacerlo es que nos unamos y nos protejamos los unos a los otros.

            -Allegra, sabes que los vampiros no aceptarán semejante locura.

            -Bueno, ellos deben obedecerme… ¿no tienen la costumbre de llamarme Princesa? Bien, pues esta Princesa va a tomar su papel y todos deberán obedecerme y hacer lo que les ordeno.

            -Muchos se negarán.

            -Me da igual, Dreck.

            -No es por nada pero el vampiro tiene razón- dijo Kyle- ¡es una locura! ¿Vampiros y licántropos unidos para luchar contra otro enemigo? Imposible.

            Los dos vampiros y Jaelle lo miraron hasta que la joven loba se levantó y miró a su amigo.

            -No es imposible, Kyle. Quizás sea nuestra única posibilidad de derrotar a ese otro enemigo del que nada sabemos, sólo que le gusta mucho secuestrar a los nuestros para torturarlos hasta la muerte. A mí no me parece mala idea hacer una alianza con los vampiros si con ello me consagro la seguridad de todos los clanes de la ciudad.

Amor a medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora