Jaelle estaba en el jardín haciendo unos ejercicios de relajación cuando llegó Belinda que parecía preocupada. Hacía días que notaba a Yandrack bastante raro, exactamente desde el día en que llegó aquel tipo tan raro.
Desde ese día, su novio parecía otro. Estaba más silencioso de lo normal y estaba distraído.
Sólo esperaba que el regalo de aniversario que le tenía preparado lo animara un poco.
Cuando estuvo junto a Jaelle, se sentó frente a ella y posó una mano en la rodilla de la joven haciéndola sobresaltar pero cuando vio quién era, se relajó visiblemente.
-Siento asustarte- dijo Belinda.
-Oh, no pasa nada, ¿estás bien?
La joven sonrió con cierta tristeza a la vez que se encogía de hombros.
-La verdad es que hace días que noto a Yandrack mal, tiene un comportamiento extraño.
-Quizás esté preocupado por algo.
-Puede ser pero ¿por qué no me lo cuenta?
-No lo sé, ojalá pudiera ayudarte.
Belinda sonrió.
-Sé que si pudieras, lo harías, pero quería saber qué opinas de mi regalo de aniversario.
La joven sacó de una bolsa una caja alargada de terciopelo azul y lo abrió para mostrárselo a Jaelle. Este contenía una cadena plateada con un colgante en forma de lágrima incrustada en una pequeña placa.
-Oh, es precioso, Belinda, estoy segura de que le gustará- dijo cogiendo el collar para ver el colgante de cerca percatándose de que había una inscripción en el reverso- “Para que me recuerdes siempre. Belinda”- leyó la joven para luego mirar a su amiga, sonriendo.
-¿Qué opinas?
-Es hermoso, le va a encantar.
-Eso espero.
De repente, aparecieron ante ellas Marion y Henry agarrados de la mano. El joven cojeaba un poco pero parecía totalmente recuperado. Jaelle al verlos, se levantó y fue a recibirlos seguida de Belinda que guardó el collar.
-Marion, Henry, me alegro mucho de veros- dijo Jaelle- ¿cómo te sientes?- preguntó mirando al joven.
Henry se palpó la pierna que Dreck le había arreglado.
-Mucho mejor, le debo una a ese vampiro.
Jaelle sonrió y los invitó a pasar a la casa.
-Me alegro de que estés mejor, de verdad, pero ¿puedo saber para qué habéis venido?
-Quería hablarte sobre mi secuestro, quizás encontremos algo que nos pueda indicar quiénes son o dónde se esconden- dijo el chico mientras se sentaba en el sillón de la sala.
-La verdad es que había pensado preguntarte pero no sabía si estabas preparado para contar nada…- dijo Jaelle- estoy segura de que fue una mala experiencia lo que viviste.
-Sí, lo fue, pero si con esto puedo ayudar en algo, vale la pena contarlo.
-Entonces puedes empezar cuando quieras.
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Amor a medianoche
RomanceCuenta la leyenda que una joven nacida durante el crepúsculo en el mes más corto del año, con cabellos de fuego y los ojos color café, está destinada en su vigésimo cumpleaños a sufrir un cambio que marcará toda su vida, con una misión muy important...