Capítulo 10

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            Jaelle ya llevaba casi una hora y media metida en el baño de la casa de Yandrack y no quería salir. Necesitaba estar sola.

            Pero a pesar de todo el tiempo que llevaba allí, no dejaron de tocar en la puerta pidiéndole que saliera y hablara tranquilamente sobre su situación.

            Nadie podía entenderla.

            -Jaelle, ábreme la puerta- le decía Belinda desde fuera- vamos…

            -Quiero estar sola, Belinda.

            -Si no abres la puerta, la tiraré abajo, tú decides… además, los chicos están ahora mismo en el salón mirando algo en Internet.

            Jaelle se levantó y abrió la puerta a regañadientes, luego se sentó de nuevo donde había pasado casi todo el rato que llevaba allí dentro encerrada.

            -¿Qué quieres?

            -¿Por qué quieres abandonar? Tú no has tenido la culpa de lo que ha pasado y lo sabes.

            -Pero me siento culpable porque quizás podría haber hecho algo…

            -Tienes que olvidarlo, Jaelle, ya te dije que yo no te culpo de nada. Yo también estaba muy asustada aunque no lo pareciera. Por eso te pedí que huyeras… me daba miedo no poder ayudarte cuando ese vampiro te atacara. Hace muy poco que nos conocemos, sí, pero eres una gran persona y valoro mucho esta amistad que se está formando entre nosotras.

            Jaelle miró a la chica y sonrió levemente mientras se limpiaba una lágrima de la mejilla.

            -¿De verdad?

            -Sí- dijo Belinda sonriendo mientras le cogía las manos- parece ser que nosotros los licántropos, cuando somos pequeños somos unos apestados porque yo no tuve amigas y era muy negativa pensando que iba a estar siempre sola pero cuando me convertí, la manada me acogió gustosa, me eché novio, conocí a Kyle, a ti… Es por eso que te pido que no abandones a la manada por lo que haya pasado porque ninguna de nosotras tuvo la culpa… es más, nadie tiene por qué enterarse de esto, bastante asustados estamos ya como para preocuparlos con algo así…

            -No se fiarían de los vampiros…

            -Exacto y ya viste que todos los vampiros no son iguales… esa chica que fue a verte no te atacó ni nada por el estilo… quizás ese que nos atacó fuera uno que no estuviese de acuerdo con la alianza. Dejemos las cosas así.

            -Quizás tengas razón…

            -Claro que la tengo, no vamos a vivir eternamente con ese estúpido recuerdo del vampiro. Lo que debemos hacer es relajarnos y salir a dar una vuelta por ahí, ¿qué te parece?

            Jaelle sonrió y se levantó.

            -Me parece bien… podríamos ir al cine a ver una película, hace bastante tiempo que no voy.

            -Entonces vamos a decírselo a los chicos y si ellos pagan, nos aprovechamos- dijo Belinda picándole un ojo a su amiga.

            Jaelle asintió y ambas salieron del cuarto de baño para ir al salón donde los dos chicos miraban en el portátil de Yandrack. Al parecer estaban viendo algo sobre deportes, exactamente estaban mirando sobre fútbol.

            -¿Mirando fútbol?- preguntó Belinda con los brazos en jarras.

            -Algo teníamos que hacer en lo que hablabas con Jaelle- dijo Yandrack.

Amor a medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora