Capítulo 20

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            Cuando todos se dividieron para ir en busca de Libby, Yandrack se encaminó hacia el escondrijo de su padre.

            Lo que él no sabía era que Belinda lo seguía de cerca y lo vio entrar en un edificio que encajaba a la perfección con la descripción del lugar donde se llevaban a las víctimas. Una antigua comisaría de policía que parecía abandonada.

            Una vez el chico entró, la joven corrió y se asomó a las ventanas hasta que lo encontró mirando de frente a un hombre bastante imponente. A ella le llegaba claramente la conversación que estaban teniendo.

            -¿Dónde está?- preguntó Yandrack al hombre.

            -Dónde está, ¿quién?- preguntó este.

            -Sabes perfectamente a quién me refiero…

            El hombre hizo como que meditaba y luego sonrió.

            -Supongo que te refieres a Libby ¿no?

            -Claro que me refiero a ella.

            -Bueno, ahora mismo está teniendo un encuentro especial con tu madre.

            Belinda oyó todo con sorpresa. Cuando vio que su novio salía de la habitación, se apartó de la ventana y se sentó en el suelo con la espalda pegada a la pared. Sus mejillas estaban empapadas por las lágrimas.

            Yandrack era un traidor, había participado en el secuestro de Libby y probablemente en los anteriores. Había acabado con la vida de muchas personas que lo conocían.

            -No puede ser…- murmuraba la joven escondiendo la cabeza entre las rodillas.

            Sentía cómo se le rompía el corazón a causa de la traición y no creía poder recuperarse de semejante golpe. ¿Cómo podía haberse imprimado de alguien que no tenía compasión y mataba a otras personas?

            -Vaya, vaya, parece que hemos encontrado a un cachorrillo herido…- dijo una voz justo encima de ella.

            Belinda levantó la cabeza y vio al tipo que había ido varias veces a hablar con Yandrack. El que había tenido una argolla y ahora no la tenía como si se la hubiesen arrancado. ¡Claro! ¿Cómo no había caído antes? Uno de los vampiros muertos tenía una argolla con un pequeño trozo de carne. ¡Carne de la oreja de ese tipo!

            Belinda se levantó rápidamente para intentar huir pero aquel hombre la cogió del brazo para empujarla contra la pared. Ella gimió de dolor ante el golpe.

            -¿La conoces?- preguntó otro hombre a la izquierda de la joven.

            -Por supuesto, es la cachorrita de Yandrack- dijo acariciándole la mejilla- le tenía ganas desde la primera vez que la vi.

            La joven apartó la cara.

            -¡No me toques!

            El hombre la agarró con brutalidad del pelo y la atrajo hacia sí.

            -A mí no me hables en ese tono, preciosa.

            -Llevémosla ante el jefe- dijo el otro y el que agarraba a la chica asintió.

            Entre los dos llevaron a la joven al interior que se debatió incansablemente pero le fue imposible escapar de la fuerza brutal de aquellos dos tipos. La llevaron ante el hombre que había estado hablando con Yandrack anteriormente.

Amor a medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora