Capitulo 2

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Cuando volvieron a casa, Hermione subió a cambiarse y Severus la siguió, hambriento de ella. Mientras ella se desnudaba, él la miraba con lujuria, mientras sentía que su amigo tomaba posiciones. Sin que ella se diese cuenta, silenció la habitación con un hechizo para que la pequeña Eileen, que jugaba con sus muñecas en la habitación de enfrente, no les oyese. Finalmente, cuando la morena acabó y se dirigió a la puerta para salir, Severus la acorraló contra ella. Ella soltó un gemido al notar la erección contra ella- Severus...- Él fue rápido y le hizo darse la vuelta; la besó y empezó a acariciar su bien formado pecho y caderas, disfrutando con el toque. Hermione se dejó acariciar durante unos minutos, los cuales Severus aprovechó para succionar sus pechos y deshacerse de la ropa de la morena, que gemía con fuerza. Sin dejarla tiempo, y con su animal interior tomando posesión de su ser, penetró a Hermione, que abrió los ojos y como acto reflejo, le clavó las uñas en el pecho. Se empezaron a mover en armonía, como ya habían echo antes muchas veces. Se besaron, primero suave y luego salvajemente. Un rato después ambos se corrieron, gritando el nombre del otro. Hermione se apoyó en el pecho de su marido y él la llevó a la cama, posandola sobre ella y tapándola

- ¿Que tal si te preparo chocolate?- ella asintió y él se vistió, y tras darle un beso en la frente salió de la habitación, pasando primero por la de la pequeña, que dibujaba en su cuaderno- ¿Que dibujas, pequeña?-  se sentó a su lado y la observó dibujar, olvidándose así de que le había prometido a su mujer que le llevaría chocolate.

La gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora