¿Lily II?

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-Pensabas matarlo- Asintió con la cabeza imperceptiblemente. La varita de Hermione estaba debajo de la mesa, donde había caído tras un forcejeo entre ella y Severus. –Está bien, no pasa nada, Granger. ¡Accio varita!- Le entregó la varita a la chica, que algo más calmada, la aceptó y la guardó en el bolsillo. Severus la miró y la atrajo hacia sí. Hermione, sorprendida, respondió al abrazo del profesor. Minutos después la chica abandonaba el despacho y se dirigía a la torre de Gryffindor. Se tumbó en la cama en la que había dormido durante seis años. Poco después, dormía. Se despertó en mitad de la tarde, gritando. Alguien le acarició la mejilla y ella apartó la mano con fuerza. A pesar de no ser más de las siete, fuera ya estaba oscuro. Cogió la varita y susurró: –Lumus- La habitación se iluminó poco, pero si lo suficiente como para ver que Severus estaba sentado a su lado. Se incorporó rápidamente y apuntó al pecho del profesor con la varita. Él la miró sonriendo y le quitó la varita. Ella empezó a gritar. Harry y Ginny estaban en la sala y subieron al oír los gritos. Harry entró en el dormitorio con la varita en la mano, apuntado al profesor, que sacó la suya y apuntó al muchacho. –Venga, maldito cobarde, enfréntate a mi- Harry le lanzó un hechizo aturdidor. El profesor cayó hacia atrás. Hermione gritó y empezó a sollozar. Severus se incorporó y sin darle tiempo a Harry gritó: -EXPELLIARMUS- La varita del muchacho salió volando y él se lanzó al suelo para recuperarla. Sin levantarse del suelo, apuntó al profesor y le lanzó la maldición cruciatus. El profesor empezó a retorcerse en el suelo. Harry recordó las palabras que Bellatrix le había dicho en el Ministerio de Magia "¡Necesitas desearlo, Potter! tienes que querer realmente causar dolor... para disfrutar... la justa ira no me hará daño por mucho tiempo" y deseó con todo su corazón sentirlo para poder hacer daño a la persona que mas odiaba, Severus Snape, una persona que le había hecho pasarlo muy mal desde que había pisado Hogwarts la primera vez, casi 7 años atrás. Vio la cara de sufrimiento del profesor y lentamente empezó a bajar la varita. –Ahora mismo podría matarte si quisiera, y acabaría con tu miserable y asquerosa vida... Estarías mejor muerto, como mi madre, "tu asquerosa sangre- sucia"- Harry temblaba de rabia y ni siquiera respondió al empujón de Severus que le dejó en el suelo. –No metas a tu madre en esto, Potter, o lo pagarás- Poco después salía de la habitación con Hermione en brazos, que se había desmayado. La llevó a su habitación y la tumbó en la cama. La contempló en silencio mientras dormía. Suspiró y se sentó a su lado. Era preciosa. Incluso más que Lily... Su Lily. Ella se había casado con el asqueroso de Potter y por eso ahora estaba muerta. No permitiría que Hermione se casase con Weasley. No, no lo permitiría.   


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