Esperanzas

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  Hermione se estiró en la cama. A su lado dormía Severus Snape, profesor de Pociones del colegio Hogwarts. –Buenos días, Sev- La muchacha sonrió. –Um, buenos días, Hermione-. Era el día del juicio, y Hermione pensaba estar con él en todo momento. Se vistió, intentando evitar que Severus notase lo nerviosa que estaba, aunque él lo notó enseguida. Se acercó a ella por detrás y la besó en el cuello. Ella se rió y lo empujó suavemente a la cama. –Ahora no, Mione- Ella hizo un mohín, pero comprendió que a él no le apetecía jugar.

 El Ministerio, al igual que en el día del juicio del Señor Malfoy, estaba lleno de gente. Hermione vio a Harry, a Sirius, Bella y a los Weasley entre la multitud, aunque luego los perdió de vista. A su lado apareció Albus Dumbledore le palmeó a Severus la espalda y le ofreció el brazo a la chica y la acompañó a sentarse. El juicio transcurrió lento para todos, sobre todo para la pobre Hermione que no paraba llorar. El jurado empezó a deliberar el veredicto. Hermione y Dumbledore intercambiaron una mirada de nerviosismo. –Bueno, ya hemos decidido. Encontramos a Severus Snape...- Hermione salió de la sala y fuera encontró a Harry y Ginny, que la abrazó fuertemente y le limpió las lágrimas. – ¿Tanto te importa el profesor Snape?- Nadie sabía lo que había entre ellos. –Em, si. Es muy... majo y me daría pena que lo mandaran a Azkaban- En ese momento las puertas de la sala se abrieron. Severus salió en medio de los gritos. La chica corrió hacia él. –Hermione, me han absuelto- La morena se lanzó a sus brazos y le besó intensamente. Harry y Ginny se miraron sin entender nada. -¿Estáis... juntos?- Harry no pudo evitar su asombro. –Así es, Potter, estamos juntos- Besó a Hermione de nuevo.

  Severus, Ginny, Hermione y todos los que estaban allí vieron como Harry sacaba la varita y apuntaba al profesor. –Enfréntate a mí si eres hombre, maldito cobarde- Severus sacó la suya. –Vamos, Potter, te puedo ganar hasta dormido- Harry cerró los ojos y con todas sus fuerzas gritó: -¡DESMAUIS¡-. Severus cayó hacia atrás. Hermione sacó su varita y apuntó a su amigo. –EXPULSO- Harry salió volando por los aires y cayó a los pies de Sirius, que a la vez que los Weasley había sacado la varita y apuntó a Severus y a Hermione. Se acercó a ellos. –SNAPE, VUELVE A TOCARLE UN PELO A HARRY O A PROVOCARLO Y TE LAS VERÁS CONMIGO, MALDITO COBARDE-Severus rio, y con calma le respondió a Sirius: Vamos, Black todos sabemos que está celoso de mí- Harry, ya levantado, se rio de Severus. Se dirigió hacia él. -¿Celoso de que, cobarde? ¿De qué? ¿De remplazar a una sangre sucia como mi madre por otra? Hermione se volvió hacia Harry. –CRUCIO- Harry se elevó por los aires y allí quedó suspendido retorciéndose . –GRANGER. PARA.- Minerva McGonagall había aparecido en el pasillo. La interpelada bajó la varita y Harry cayó al suelo. Sirius le llamó, pero él no respondía. –Rápido, llamad a San Mugo, Potter necesita atención médica-. Se hizo el silencio. ¿Se recuperaría Harry?  


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