Querido diario XIII

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*Flashback. 1980*

Severus se levantó en medio de la noche. Fuera llovía y los rayos iluminaban la pequeña y sucia cocina donde acababa de entrar. Se acercó al fregadero y llenó un vaso con agua. Se obligó a beberlo aunque no tenía sed. Su madre dormía arriba, por fin tranquila. Aquella mañana su padre se había ido con intención de no volver- "Ojalá sea verdad"- se dijo a si mismo, dejando el vaso en su sitio y mirando a través de la ventana. Finalmente volvió arriba y se sentó en la cama, cogiendo el libro que le había regalado su madre por su cumpleaños. Cogió su varita y susurró el hechizo Lumus, pudiendo así leer. 

Cuando por fin cayó dormido eran las 4 de la mañana y ya había dejado de llover. Su madre, que se acabada de despertar, pasó por su cuarto y sonriendo, recogió el libro y la varita del suelo y los dejó en la mesita; luego miró a su hijo. Por suerte Severus había heredado su apariencia y su carácter y no se parecía nada a Tobías. Le miró dormir un instante, le tapó bien y luego salió. Severus abrió los ojos y sonrió- Te quiero mucho, mamá- susurró antes de volver a dormirse hasta bien entrada la mañana. Al bajar a la cocina pudo ver el desayuno servido y antes de sentarse a desayunar abrazó a su madre- ¿Podemos ir esta tarde hasta Hogwarts?- Severus la miró- Quiero hablar con Albus- El moreno asintió y empezó a desayunar. 

La gente cambiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora