Los dos Chat Noir's

Capítulo 10: "La princesa y el guardián"

Narrador omnisciente

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En cuanto vio el cuarto vacío, Chat Noir recordó las palabras que Blaitt le dijo el día anterior.

Blaitt: Solo un paso en falso, y nunca más volverás ver a tu linda Marinette.

Abrió la ventana y nuevamente se encontraba recorriendo toda la ciudad. Se quedó atento en el centro, moviendo sus ojos de un lado a otro buscándola, hasta que frente a la tienda de mascotas aún cerrada, vio aquella figura de cabello azul observando la vitrina. Respiró hondo, ella solo había salido.

Se acercó con sigilo para ver qué miraba Marinette. Estaba observando unos conejos que antes había visto con él en su paseo.

Chat Noir: ¿Se le perdió algo, princesa?

Su cuerpo dio un pequeño saltito al escuchar su voz.

Marinette: ¡C-Chat Noir! Q-Qué coincidencia, iba pasando por aquí...

Chat Noir: Mentirosa detectada~ Te enamoraste de mí y querías hacerme un regalo, lo entiendo, todas los hacen.

Hubo un pequeño silencio, Chat Noir había empezado a caminar, hasta que Marinette lo tomó del traje para detenerlo y se atrevió a hablar.

Marinette: ¿Qué pasaría si eso que dijiste fuera cierto?

Chat Noir: ¿Ah...?

Marinette: ¿Qué pasa si en serio me enamoré de ti?

Otra vez el incómodo silencio volvía a aparecer. Era tan temprano que por las calles no caminaba ni un alma. Chat Noir solo quería irse, por alguna razón, no quería seguir escuchando...

Simplemente tenía miedo de salir herido.

Marinette: No entiendo... Eres un gato tonto, imprudente y presumido... Pero antes lo podía soportar. Ahora, mi corazón se acelera cuando te veo...

Chat Noir: Marinette...

Marinette: Cada vez que me dices "princesa", ¡me gustaría poder llamarte mi "príncipe"!

Chat Noir: Detente, si no...

Marinette: ¿Si no qué?

El chico subió su mano hasta la mejilla de Marinette.

Chat Noir: Si no, este simple guardián podría terminar creyéndote...

Se acercó lentamente, mientras que ella también lo hacía. Dudaron demasiado antes de juntar sus labios, pero finalmente Chat Noir no resistió más y le dio un profundo beso, un beso por el que había estado esperando.

Se separaron en busca de aire, pero luego de mirarse a los ojos por unos segundos, continuaron; Marinette había enrollado sus brazos alrededor del cuello de Chat Noir, y éste la atraía hacia él poniendo sus manos en la cintura de ella.

Marinette: Puedes creerme... Puedes creerme todo lo que quieras, Chat Noir.

Chat Noir: ¿Estás segura?

Marinette: ¿A-Acaso eso no fue suficiente prueba? –se sonroja-

Chat Noir: Si es así..., quiero que sepas que estoy enamorado de ti desde lo más profundo de mi corazón.

Marinette: Así que sí tienes corazón –ríe-

Chat Noir: Y te pertenece solo a ti, princesa.

Le besó la mano, para luego quedarse mirando fijamente. Chat Noir se comenzó a rascar la cabeza, mientras que Marinette jugaba con sus dedos, nerviosa.

Chat Noir: Marinette, tú, quisieras-...

Su frase fue interrumpida por el tono del celular de la chica. Ella, aún un poco temblorosa, abrió los ojos como platos al ver de quien se trataba.

Marinette: M-Mamá, hola.

Casi se había olvidado de que los padres existían.

-Tanto tiempo sin oírte hija. ¿Cómo está todo?

Con esa pregunta, recordó todo lo pasado últimamente y sonrió.

Marinette: Todo bien. Normal, creo. ¿Cómo van tus vacaciones con papá?

-Han sido maravillosas. Pero ya estamos arreglando todo para volver a casa mañana.

La chica peliazul dejó caer el celular al suelo de la impresión. "Volver a casa", en ese momento, significó muchas cosas.

Chat Noir: ¿Estás bien? –preocupado-

Marinette: ¿Sí?, no... Mis padres volverán a casa mañana.

Es decir, limpiar el gran desorden que había e incluso reparar algunas cosas. Es decir, buscar una solución al "problema" apodado Blaitt. Es decir, no más princesa y no más guardián.

Chat Noir: Volvamos a casa. Bueno..., a tu casa.

El rostro de Chat Noir mostraba seriedad, pero solo era para ocultar la pena ya que no podría estar con ella en todo momento. Fueron corriendo hacia la pastelería, donde al abrir la puerta, se encontraron con Blaitt devorando varios pasteles al mismo tiempo.

Chat Noir: Necesitamos hablar.

Blaitt: Ay, no me hables así. ¿Vas a terminar conmigo, cierto?

Chat Noir: Supéralo, lo nuestro ya no... Espera, ¡en serio tengo que hablarte de algo!

El gato negro llevó a Blaitt de la cola hasta el salón, mientras que Marinette subió a su habitación, porque desde hace un rato Tikki no dejaba de moverse dentro del bolso.

Tikki: ¡Marinette, es urgente, tengo que decirte algo!

Marinette: Ya tengo suficientes cosas en la cabeza, Tikki.

La pequeña kwami comenzó a reclamar, pero Marinette se tapó ambos oídos, ignorándola por completo.

Tikki: Esto cambiará tu vida y no me dejas ni decírtelo... -suspira-.

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