Capítulo 16: "En Tokyo"

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Narra: Marinette/Ladybug.

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Ante las palabras de Blaitt casi me caí de espalda. ¿Poco? ¿¡Eso era poco!?

Marinette: ¿Estás bromeando, n-no?

Blaitt: Soy totalmente serio, gatita. Aunque con tu cara me dan ganas de reír.

Miré al cielo, apreté los labios, ya estaba aquí y no tenía posibilidades de arrepentirme. Acerqué mi mano a mi rostro y sonreí al ver aquel anillo, me llenaba de ánimo el hecho de verlo.

Marinette: Qué le vamos a hacer... -sonríe- E-Emma, ¿hay algún teléfono aquí?

Emma: Sí, en la recepción.

Recibí una mirada amenazadora de Blaitt, aunque arqueé una ceja fingiendo no saber qué quería. Bajé al primer piso, Emma es realmente amable, veo a alguien sensible dentro de ella, pues sus ojos se cristalizaron mientras veía a su kwami, Carott.

Marqué el número de Adrien, que por supuesto me sabía de memoria, y llamé; para mi sorpresa respondió al primer timbre.

-¡Adrien! H-Hola, ¡estoy en Tokyo! Es una ciudad muy animada e incluso Bla...

Casi suelto más de lo que debía.

-¿E incluso ¿"Bla..."?

-¿B-Blando?

-¿Me lo preguntas o lo afirmas?

-¡No lo sé!

Oí su risa a través del teléfono por un rato. De alguna manera no le pareció extraño que me refiriera a una ciudad como "blanda".

-Bueno, Marinette, te tendré que dejar. Tengo que ir donde la policía.

-¿¡Policía!? ¿P-Por qué?

-Porque me has robado el corazón, My Lady.

-Serás tonto.

Continuamos hablando un rato más, hasta que vi a Emma acercándose con un celular donde anunciaban todo lo que ocurría en la ciudad. Me despedí de Adrien y a continuación me transformé. Blaitt rápidamente hizo una configuración en mi yo-yo, pero cuando iba a salir, oí una débil voz a mis espaldas.

Emma: Ten cuidado.

Marinette: -sorprendida- Oh, ¡claro!

Fui al centro de la ciudad, aunque encontrar al akuma no fue demasiado difícil. Tenía el porte de un edificio de seis pisos, lo admito, ¡prefería como se veía desde el celular!

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Los meses iban pasando y me daba cuenta de que los akuma de aquí ni se comparaban a los de París. Emma realmente lo tenía pesado, además, tanto en su vida diaria como siendo una heroína no parecía tener compañeros, eso ciertamente me intrigaba.

Hoy se cumplía un año desde que no veía a Adrien. Nos llamábamos todos los días, aunque era difícil hacerlo en un horario prudente. Pero si algo me hace feliz, es que sorprendentemente ya llevo trescientos cincuenta akuma (Japón parece ser un país caótico), ¡así que no en mucho tiempo más podré volver!

Blaitt: Marinette, llevo hablándote más de diez minutos. ¿Otra vez perdida en tu cabeza? Emma nos espera, quiere que demos una vuelta por la ciudad.

Marinette: A-Ah, ¡lo siento!

Para "celebrar" el año que llevábamos aquí, Emma había hecho un espacio en su agenda para mostrarnos la ciudad. No sé cómo a pesar de ser sólo tres años mayor que yo, su vida es tan diferente. Pasamos por una especie de festival, las chicas llevaban trajes tradicionales muy lindos. Iba a mostrarle a Blaitt unos colgantes de celular que vi en una tienda, pero al mirar al lado, vi a Adrien.

Bueno, mejor dicho, a Blaitt con una revista en la cara que llevaba a mi rubio de portada.

Blaitt: Creí te sentaría bien ver esto. Has trabajado duro.

Marinette: ¡Gracias por comprármela! Espera, ¿la compraste?

Blaitt: Eh... Sí.

Comencé a ver la revista, Adrien se hacía cada vez más famoso. Me gustaría tanto que alguna vez yo fuera una gran diseñadora y él pudiera modelar mis diseños.

Emma: ¿Qué tienes ahí?

La rubia estaba a mi lado y me quitó la revista de las manos. Nos detuvimos los tres a medio camino, viendo como Emma no dejaba de mirar las imágenes, con cierta expresión asqueada.

Marinette: ¿P-Pasa algo?

A penas terminé de decir la frase y la revista ya era sólo trocitos de papel que caían al suelo. Con Blaitt intercambiamos miradas en silencio, seguimos avanzando.

Blaitt: Me da miedo –susurro-

Todo parecía tranquilo, pero repentinamente vimos gente corriendo a nuestro alrededor, acompañadas de fuertes gritos. Nos volteamos a ver que sucedía, y no eran nada más que dos akuma juntos... Una cantidad que parecía normal aquí.

Marinette: ¡Tikki, transfórmame!

Trescientos cincuenta y dos y vamos sumando. Adrien, espérame un poco más.

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Los dos Chat Noir'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora