Capítulo 23: "Recuerdo doloroso"

6.7K 550 103
                                    

Narrador omnisciente.

********************************************

La peliazul volteó al oír una voz que parecía no haber escuchado en una eternidad. Quién la sujetaba de la muñeca para que no avanzara, no era nada menos que el amor de su vida.

Marinette: ¡Adrien!

No tuvo que pensarlo demasiado para lanzarse a los brazos del rubio que aún seguía acostado. Ambos se apretaban con mucha fuerza, era algo que necesitaban desde hace mucho y por fin lo obtenían. Mirarse, sentir al otro, cosas muy simples que ahora los harían gozar de alegría.

Adrien: En serio estás aquí... Por fin, conmigo...

Marinette: Sí, aquí estoy y no me volveré a ir, lo prometo...

Adrien: Te extrañé tanto.

Ambos jóvenes se encontraban teniendo un contacto visual muy fuerte. Adrien subió su mano hasta el mentón de Marinette y la acercó a él para darle un apasionado beso.

Se separaron en busca de aire y sonrieron como nunca antes. La peliazul dejó reposar su cabeza en el pecho del chico, sentía todos sus miedos desvaneciéndose, por fin se sentía segura mientras que él era feliz con sólo tenerla consigo.

Adrien: Lo siento, me dejé vencer... Mi padre tiene un viaje de negocios y al saber que tú no estabas, me desesperé.

Marinette: No es tu culpa. Ya estamos juntos y eso es lo que importa, ¿sí?

Adrien: Tienes razón, My Lady.

Se sonrieron nuevamente dispuestos a besarse, pero un carraspeo de garganta los interrumpió, haciendo que ambos se sobresaltaran al punto de quedar sentados, topándose con un incómodo gato.

Adrien: ¿Cuándo dejarás de...? ¿¡B-BLAITT!?

La peliazul dio un risa forzada. No recordaba que para su rubio, él estaba muerto.

Blaitt: Despertó el bello durmiente, hola.

Adrien: ¿Hola? ¿¡Cómo qué hola!? ¡Tú... Tú ya no existías!

Blaitt: Claro, también es un gusto verte. Si no existiera, no me estarías viendo. ¿Quieres explicaciones? Qué te las dé la chica con la que viví un año -apunta a Marinette-

Justo cuando Blaitt dejó ver su traviesa sonrisa, Adrien miró a Marinette pidiendo una explicación con la mirada.

Marinette: A-Ah, esto... E-Es una larga historia.

Adrien: Tenemos tiempo.

Aunque la peliazul estaba dispuesta a hablar, se detuvo al ver el evidente enojo en el rostro del rubio.

Marinette: ¿Qué pasa, gatito? -curiosa- ¿Estás celoso?

Adrien: Sí... y mucho. Tú eres mía.

La chica sonrió un poco sonrojada, pero de una vez comenzó a contar el por qué le había ocultado que Blaitt estaba con ella.

Una vez que la explicación fue dada, la atmósfera se calmó un poco. Los jóvenes se volvieron a abrazar, pero el gato blanquinegro nuevamente los miró con desaprobación.

Blaitt: Están olvidándose de algo. ¿Qué pasará con la rubia?

La peliazul se quedó callada mirando a Adrien con una clara preocupación. ¿Cómo le diría que tiene una hermana y el no lo sabía? Además, ella parecía no querer verlo. No era una noticia fácil de afrontar.

Adrien: ¿De quién hablan?

Marinette: Verás... ¿T-Te recuerda a alguien el nombre de Emma?

El rubio lo pensó un momento, pero instantes después movió la cabeza a ambos lados para indicar que no, simplemente no se le venía nadie con un nombre así a la mente.

Marinette: P-Pero, entonces...

Blaitt: Ah, muchas vueltas, me mareas. Señor Agreste, Adrien, Chat Noir, como quieras; le informo que esa tal Emma que Marinette ha nombrado es una persona que posiblemente te odie con toda su alma y es tu hermana.

La peliazul se llevó una de sus manos a la frente, la "delicadeza" de Blaitt lograba empeorar la situaciones. Por su lado, Adrien estaba sin expresión alguna, como si las palabras recién dichas no lo hubieran llegado a tocar.

Adrien: ... ¿Qué?

Volvió a revivir la escena en su mente rescatando el nombre de la chica y la palabra "hermana". Al procesarlo pudo sentir como se quedó sin aire, como si quisiera responder y decir que estaban jugando con él, pero al mismo tiempo algo se lo impedía. Pudo recordar vagas escenas de su niñez, donde efectivamente, había alguien más.

Luego, como arruinando el panorama de familia feliz, pudo ver a su madre yéndose entre lágrimas sosteniendo la mano de una pequeña niña que lo miraba como si fuese la peor persona del mundo.

Al ver a Adrien tan afectado Marinette no pudo hacer más que acercarse y calmarlo con un abrazo. Los brazos de ella ahora le servían para desahogarse; primero fueron algunos sollozos casi inaudibles, luego lágrimas llenas de dolor que no tenían indicios de querer detenerse.

Marinette: Puedes llorar todo lo que quie-...

Blaitt: No lo creo.

Justo después de aquello un fuerte estruendo proveniente desde afuera retumbó en la habitación. Todos miraron el exterior a través de la ventana, habían varios edificios vueltos escombros.

Otra vez, el mismo sonido ensordecedor llegó hasta la habitación de la peliazul. Seguían buscando con la mirada al causante de todo eso, pero el enemigo no se dejaba ver.

Adrien: ¿Qué sucede...?

********************************************

Los dos Chat Noir'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora