Los dos Chat Noir's

Capítulo 13: "Un último paseo"

Narrador omnisicente

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Chat Noir seguía curioso, Ladybug lo había sumido en aquella incertidumbre. ¿Qué diría? Él no tenía idea, pero de seguro sería algo importante, pues la expresión dolida de la chica la delataba. Lo único que se le ocurrió hacer, fue acercarse e intentar calmarla con un abrazo.

Chat Noir: ¿Qué sucede? Me estás preocupando, princesa.

Ladybug: Me iré.

La peliazul lo apretó un poco más fuerte, el rubio había comenzado a estar nervioso, ¿qué significaba eso?

Chat Noir: ¿D-De qué hablas...?

Ladybug: Ha habido problemas con un kwami de otro país..., están indefensos y... Me necesitan, Chat Noir.

Quería permanecer tranquilo, pensar en frío.

Chat Noir: Entonces iremos los dos –sonríe-

Las palabras de Chat Noir la complicaban aún más. Ella ya hacía un esfuerzo muy grande al decírselo sin llorar, pero él de todas formas quería estar a su lado, ¿era imposible?

Ladybug: No... -se esconde en el pecho de él- París te va a necesitar. Lo entiendes, ¿verdad...?

Él pudo notar que antes de decírselo, ella ya había decidido. No quería ser un impedimento, aunque le costara dejarla ir y le doliera demasiado.

Chat Noir: ¿Cuándo te vas?

Ladybug: Hoy, a la noche...

El gato abrió sus ojos ligeramente, pero quiso ocultar todo sentimiento con una sonrisa.

Chat Noir: O-Oh~... ¡Entonces, rápido, vamos!

Ladybug: ¿¡E-Eh, dónde!?

Chat Noir: A dar nuestro último paseo antes de que te vayas, My Lady.

Luego de decir aquello la tomó del brazo y comenzó a avanzar. Si le iba a decir adiós, se lo diría de la mejor manera posible.

Recorrieron casi todo París, recordando varias de sus aventuras y peleas, con Stormy Weather, Kung Food, Lady Wifi, Bubbler y bueno, todos los demás. Ni siquiera él sabía con qué propósito la llevaba a ver esos lugares; tal vez simplemente no quería que lo olvidara, a él o a sus momentos juntos.

Ladybug: ¿Adónde vamos ahora?

Sus ojos estaban llenos de brillo, su cara tenía pintada una amplia sonrisa. La cargó en sus brazos como princesa, su princesa, y saltó con ella tejado por tejado hasta que llegaron a torre Eiffel, allí, tendrían la mejor vista de todas.

Chat Noir: Espérame aquí, ya vuelvo.

Ladybug: Pero, no quiero separarme de ti, tenemos que aprovechar el tiempo...

El rubio se acercó lentamente con una tierna sonrisa, para luego darle un beso en la frente.

Chat Noir: Será solo un momento.

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Cuando Chat Noir volvió, la vio mirando el cielo que se oscurecía lentamente mientras que movía sus pies colgando desde la orilla de la torre.

Ladybug: "Será solo un momento". Sí, claro.

Chat Noir: Lo siento, princesa.

Ladybug: Tenemos cosas de las que hablar.

Ella definitivamente le iba a preguntar algo, a lo que sólo se dignó a tener miedo, había sentido la misma sensación que cuando su padre lo llamaba a la oficina para conversar y eso si que era terrorífico.

Chat Noir: ¿Q-Qué pasa?

Ladybug: Yo definitivamente volveré –lo mira- No sé cuándo lo haré, pero en serio, volveré. Ahora mi pregunta es... ¿M-Me esperarás?

Al haber estado tan nervioso el gato se lanzó a reír. Ella de inmediato al ver su reacción, lleno las mejillas de aire; enojada se cruzó de brazos y le dio la espalda. Chat Noir se acercó lentamente y la estrechó entre sus brazos.

Chat Noir: Te esperaré lo que sea necesario.

Ladybug: ... ¿Estás seguro?

Chat Noir: Tan seguro como que te tengo vuelta loca.

Ladybug:  Entonces, ¡segunda pregunta! ¿Cómo me puedo fiar de eso, si tú aún no te quitas la máscara ante mí?

Esa pregunta lo había tomado por sorpresa. Era cierto, aún no se había mostrado, y es que simplemente hasta ahora no pareció ser necesario. Se levantó procurando que ella lo mirara, mientras que dijo: "Eso se arregla en este momento".

Al momento en que liberó su transformación, vio como la cara de la de chica se puso algo roja y daba palmaditas de distintas maneras a sí misma como queriendo reaccionar. Hizo lo mismo que él, se paró y se deshizo de la transformación, pero seguía observando fijamente a Adrien.

Adrien: ¿Sorprendida, princesa?

Marinette: Si soy sincera..., sí.

Adrien: Con este rostro cualquiera –sonríe-

Marinette: No hablo de ti, me refiero a que me sorprende que no me sorprendí. Es raro... Rarísimamente raro, es como si cierta parte de mí, lo supiera desde el inicio. Pero... ¡Ah!

Se rieron un buen rato de ellos mismos. El cielo se oscurecía cada vez más sin que los héroes lo pudiesen notar, pues estaban sumidos en la mirada del otro. Observaban desde lo alto la ciudad llenarse de distintas luces. Marinette dio un largo suspiro y volvió a mirar a Adrien, pero esta vez, su tono de voz dejó escapar varios rastros de tristeza.

Marinette: Ya casi es hora.

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