Capítulo 17: "Fin del problema"

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Narrador omnisciente

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Marinette abrió los ojos y se topó con ese departamento donde llevaba viviendo más de un año. Intentó levantarse pero le dolía tanto el cuerpo que volvió a caer de espaldas a la cama.

Marinette: Cierto, ayer apareció un akuma súper fuerte. ¡Pero...!

Al recordar lo que eso significaba hizo otro intento de incorporarse y esta vez sí resultó. Dio un largo bostezo mientras estiraba los brazos, y como todos los días, se colocó una chaqueta y bajó hasta el primer piso del edificio para llamar a Adrien.

Se quedó allí por lo menos media hora marcando el teléfono una y otra vez, pero al parecer, no recibiría respuesta.

Blaitt: Le vas a reventar el celular.

Marinette: ¡Es que durante todo el año ha respondido mis llamadas! De lunes a viernes a todas horas, ¿no es raro?

Blaitt: Tal vez esté en una de esas sesiones, llámalo más tarde. Aunque podrías no preocuparte tanto, gatita.

Marinette: ¿Por qué lo dices?

La chica reaccionó ante aquel comentario y dio un pequeño saltito de alegría. Era cierto, en dos meses logró reunir los akuma que le faltaban y el de ayer había sido el último.

Blaitt: Qué cerebro tienes. Justo ahora deberías estar preparando tus maletas.

Dejó su pequeña celebración de lado para pronto quedar mirando a su acompañante burlonamente.

Marinette: ¿Y te meto dentro de una?

Antes de que el gato blanquinegro le pudiese responder, subió en el ascensor hasta el piso donde se encontraba su habitación.

Vació todo el armario; ropa nueva que se había comprado, también la antigua, toda. Abrió sus grandes maletas y doblando todo con cuidado para que cayera, comenzó a ordenar. Después, quedaban las fotos de Adrien, las revistas, y todo lo que utilizaba a diario.

Entre sus cosas se encontró con una de sus fotos con su mejor amiga.

Marinette: Alya...

Hacía mucho tiempo que no intercambiaba palabras con ella, ni un mensaje o llamada. Marinette no podía dejar de pensar en lo molesta que ella podría estar.

Emma: Con permiso. Creo que ya deberías ir a administrarle el antídoto a Carott. Es lo más importante antes de tu partida.

Fueron hasta el cuarto de la pequeña kwami, donde la peliazul se transformó y abriendo su yo-yo, le dio con delicadeza el líquido a Carott. Al instante después ella abrió los ojos y dio una amplia sonrisa.

Carott: ¡Oh, me siento tan viva! ¡Me puedo mover, puedo bailar, puedo cantar! ¡Emma, úsame, úsame!

La chica rubia obedeció a la criatura y dijo las palabras indicadas. Justo después de transformarse Emma quedó mirando a Marinette con una juguetona sonrisa, y en un instante ya la tenía encima.

Emma: Gracias, gracias. Hace tanto que no estábamos así, ¡es genial! Todo por ti. Te quiero, Marinette.

Marinette: Q-Qué cambio -sorprendida- No me agradezcas tanto. Ahora s-si me permites, volveré a lo mío...

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La tarde continuó entre sorpresas, una enérgica Emma, una Marinette llamando a Adrien sin respuesta mientras seguía ordenando sus maletas, y Blaitt rondando por ahí sin hacer nada, como siempre.

Blaitt: ¿Estás lista o no?

Marinette: Sí, ¡lo estoy!

Tomaron todo el equipaje y bajaron hasta el primer piso, donde una avergonzada Emma ya sin su transformación, los esperaba.

Emma: No sería tan malo verlos en otra ocasión.

Marinette: Es igual para mí. Gracias por tenernos aquí tanto tiempo. Quién sabe, las casualidades de la vida nos podrían llevar a encontrarnos de nuevo.

Se dieron un corto abrazo, algo frío, y es que a Emma simplemente no se le daban bien esas cosas.

Con Blaitt avanzaron hasta la salida donde una limusina los esperaba. En cuanto ambos estuvieron dentro y tomaron rumbo hacia el aeropuerto, Blaitt observó a Marinette un momento y se lanzó a reír con todo lo que pudo.

Marinette: ¿T-Tengo algo en la cara?

Blaitt: No... Es sólo que... En serio no te diste cuenta. ¡No puedo parar de reírme!

Marinette: No es gracioso si no lo entiendo -se cruza de brazos-. Explícate.

Blaitt: Es que Emma... No, ¿sabes?, no te lo diré. Tendrás que darte cuenta de ello por ti misma.

Marinette: Ahora me dejas con la curiosidad -suspiro-

Blaitt: Es que soy horriblemente malvado~ Además -sonríe de lado-, la curiosidad mató al gato, así que ten cuidado.

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Los dos Chat Noir'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora