El Mar En Tu Mirada

Cap 1.

Al fin sonó el timbre acabando con esta tortura de Día, anoche me acosté tarde estudiando para un examen y lo peor de todo es que el profesor no vino. Joder, me esforce tanto, gaste mas maquillaje de lo usual para poder tapar las grandes ojeras que tenia y sacrifique horas de mi sagrado sueño. Parezco una zombie y para colmo no podré dormir si no hasta la noche, luego de mi entrenamiento, joder. Me llamo ______, tengo 17 años, estoy en el penúltimo año de secundaria, soy capitana del equipo de voley de mi escuela y digamos que soy bastante popular. Justo ahora me encuentro caminando hacia el edificio donde se encuentran las habitaciónes de las chicas, asi és, mi escuela es mi hogar. Soy la mayor de 5 hermanos; April de 15 años, Ashton de 13, Alonso de 9 y Annie de 5 años, los últimos dos viven con mis abuelos hasta que tengan edad para entrar al instituto. Mamá y papá trabajan de lunes a lunes en el hospital así que nos mandaron a mi y a mis hermanos a escuelas donde pudiéramos vivir. No les guardo rencor, son mis padres, los amo incluso, solo que me encantaría pasar mas tiempo con ellos. Llegué al edificio y ví a Kate con un montón de libros en las manos, su cabello estaba alborotado y su frente perlada del sudor.

-Necesitas ayuda?.- pregunté quitándole algunos libros.

-Gracias panda.- sonreí por el apodo que me había colocado mi amiga desde que la mudaron a mi habitación.

-No hay de que saltamontes.

Subimos al ascensor juntas y pisé el botón 8 donde se encontraba nuestra habitación 86, compartimos piso desde hace 3 años y junto con nosotras viven algunas otras chicas, 18 para ser exactas. Dormimos 2 personas por habitación, hay 10 habitaciones por piso, el edificio tiene 10 pisos y el campus tiene 5 edificios de chicas. El instituto está dividido en 3 partes; al lado izquierdo duermen los cerdos (es decir, los chicos), en el centro se encuentran los salones y del lado derecho dormimos las chicas.

-Que tal ha ido tu dia?.- preguntó Kate introduciendo la llave en el cerrojo y abriendo la puerta para entrar a nuestro dormitorio.

-Cansado, anoche me quemé las pestañas estudiando para el examen de Química y el jodido Gaspar ni se molestó en aparecerse.

-Pobre de tí.- se río.

Ambas dejamos los libros sobre el escritorio de Kate y nos abrazamos fuertemente como las mejores amigas que somos.

-Iras a verme a mi entrenamiento?.- pregunté sonriendo.

-No creo poder panda, tengo el ensayo de lo del musical del sábado y como sabrás Ryan nos esta sacando el jugo.- dijo haciendo una mueca.

-Lastima.- me encogí de hombros.- descansaré unos minutos antes de irme, estoy que muero.

Me tiré en mi cama, saqué mis zapatos y cerré mis ojos para dormir un poco antes de mi entrenamiento en una hora. Al despertar miré a mi alrededor y Kate ya no estaba, saqué mi celular del bolsillo y lo encendí para ver la hora.

-Mierda.- grité al ver que llegaba tarde al entrenamiento.

Salté de la cama y corrí al armario para colocarme mi uniforme, una vez vestida tomé mi botella de agua, mis rodilleras, coderas y mis vendas para proteger mis dedos. Corrí al ascensor y éste apenas venia subiendo, suspire frustrada y corrí escaleras abajo. Llegué a la planta baja y eche a correr enseguida hacia la cancha que quedaba un poco alejada de los dormitorios. Desde lejos ví a las chicas dejar de correr e ir a hidratarse, joder Munchmayer me matará. Entré corriendo por enfrente de las chicas que me miraron burlonas.

-Llegas tarde Jones.- me gritó mi compañera Delevingne.

-Muy tarde a decir verdad.- me dijo la entrenadora con sus manos en las caderas, estaba molesta.