DANIEL
Miro por última vez mi reflejo en el espejo, coloco de nuevo mi pelo hasta dejarlo como quiero. Jesús interrumpe en la habitación que compartimos sacándome de mis pensamientos
- ¿Estas listo? Vamos a llegar tarde
- Estoy listo - me acerco a el y peino su flequillo con mis dedos
- Vamos
Salimos de nuestra casa y nos dirigimos a la de Zaida
- ¡Hola! - gritamos los dos a la vez al cruzar la puerta
- ¡Hola chicos! - Lucas nos saluda con un apretón de manos - Pasad, Eric está en la cocina
Observo la decoración del salón de la fiesta. Se parecen a los cumpleaños que preparaban nuestros padres cuando éramos pequeños.
- ¿A quedado bien verdad? - me sobresalto. Eric ríe al verme saltar en el sitio
- ¡Qué susto joder! - reímos
- Esta muy chulo - habla esta vez Jesús dando su opinión
- Las chicas me ayudaron - sonríe, pero no le llega a los ojos su mirada se centra en el reloj de su muñeca, frunce el ceño
- ¿Pasa algo? - pregunto
- Las chicas fueron a buscar la tarta de la pastelería pero aún no han vuelto
- ¿Hace cuanto se fueron?
- Hora y media
- ¿Quieres que vayamos a buscarlas?
- Si porfavor, aver si han tardado con la tarta
Asentimos y salimos de la casa
[...]
- Buenas tardes ¿desean algo?
- Eh si ¿Podrías decirnos si han pasado por aquí a recoger una tarta a nombre de Eric?
- Oh si la tarta sigue aquí ¿Hay algún problema? Debió ser recogida esta mañana
La mirada de Jesús se encuentra con la mía. Igual de extrañada
- Nos llevamos la tarta gracias - intento sonreír consiguiendo solo una mueca
- Perfecto - el hombre sonríe y nos entrega una caja con la tarta dentro
- Muchas gracias - agarro la caja y paro mi paso antes de cruzar a la calle - ¿No han pasado por aquí dos chicas?
El pastelero niega
- No ha venido nadie durante la mañana
Asiento y volvemos a casa
[...]
- ¿Entonces no han ido a la pastelería?
Niego. Eric suspira y pasa sus manos por la cabeza.
- Esto ya me está preocupando - vuelve a mirar su reloj
- Tal vez se equivocaron de pastelería - susurra Jesús
Eric niega varias veces con la cabeza
- Zaida sabía cuál era - pausa- tendría que haber ido yo - suspira
- ¿Y que vamos hacer? - miro a Jesús
- De momento vamos a celebrar la fiesta, no voy a preocupar a los mellizos
- ¿Y tu madre? - miro a Eric
Sus puños se tornan de color blanco debido a la fuerza que ejerce
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Cóseme ©
Romance¿Quien diría que unas vacaciones tendrían el poder de cambiar mi vida? El echo de cambiar tu hogar, tus comodidades, y tu rutina no me daban ningún motivo de alegria. Para todos los demás viajar con la familia en verano es normal y maravilloso, para...