CAPITULO 28

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ZAIDA

– Déjame ya pesado – digo a la vez que me río

– Pero si no estoy haciendo nada – sonríe contradiciéndose a si mismo.

Lo miro mal y me río. Sus ojos brillan a mi lado. Sus manos vuelven de nuevo a mis caderas haciéndome cosquillas.

– Dani por favor para – río mientras me aparto de el con la tostada en una mano y la otra el cuchillo con mantequilla.

Dani ríe y se acerca a mi.

– Te quiero – besa mis labios y muerde mi tostada

– Oye – le reprimo

– Te quiero – habla mientras mastica lo cual consigue que casi no se le entienda

Reímos.

– Buenos días – Eric entra y Dani se separa de mi. Intento guardarme la risa y sonrío mordiendo mi mejilla

– Buenos días – respondo. Se acerca a mi y besa mi frente.

– ¿Desayuno? – agarra el cuchillo de mi mano junto con la tostada de la otra, junta la mantequilla en esta y me mira.

Ruedo los ojos.

– Si en eso estábamos – apoyo mi cuerpo en la encimera.

Eric termina con la tostada y coge dos rebanadas más de pan. Hace lo mismo de antes. Deja dos en un plato , del cual me entrega, saca de la nevera el tetabrik de zumo y lo vierte en un vaso.

– Todo – me mira serio.

– Que si Eric – ruedo los ojos y cojo las tostadas, muerdo una de ellas  – ¿Contento? – pregunto mientras las mastico

– Mucho princesa – besa mi mejilla , coge la tostada restante y me mira– me voy a trabajar

Desaparece por la puerta y siento como Dani suelta el aire que lleva reteniendo desde que entro.

– Pensé que se iba a quedar aquí – respira

Río y me acerco a el.

– No tienes porque ponerte nervioso

Me siento en sus piernas.

– Tu hermano intimida, muchísimo – me mira y río

– Eres un bobo – beso sus labios

– Me encanta besarte pero come , vaya que aparezca por aquí

Ruedo los ojos y me siento a comer.

– Shh ¡Cállate! – Ríe

Levanto la cabeza al escuchar a Leire en las escaleras. Entra junto a Jesús riendo.

– Buenos días – se pone sería al instante o al menos lo intenta ya que se aguanta la risa. No nos esperaba aquí

– Que contenta te veo – digo

– Si bueno – ríe – nada importante.

Da la espalda preparándose el desayuno. Mi mirada encuentra la de Dani, el cual sonríe igual que yo. 

– ¿Ya habéis desayunado? – habla Jesús un poco más serio que Leire.

– Si – responde Dani

Suelto el plato en el fregadero y me siento junto a Dani.

– ¿Que vamos hacer hoy? – pregunto

– No lo se – responde Leire dándose la vuelta – ¿Que queréis hacer?

– No lo se – digo

Cóseme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora